El estudio se ha publicado en ‘Journal of Vegetation Science’

La regeneración vegetal tras un incendio depende de los rasgos funcionales de las plantas y de la historia de usos del suelo

El abandono de tierras por el éxodo rural y la consecuente acumulación de combustible han causado un mayor riesgo de incendios en muchos de nuestros paisajes. Ahora, un equipo de investigación del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) ha analizado a medio-largo plazo la capacidad de regeneración tras un incendio de comunidades de matorral en una zona de la provincia de Alicante y han concluido que los rasgos funcionales de las especies dominantes de la comunidad y la historia de los usos del suelo anterior al incendio influyen en la resiliencia de estas comunidades frente al fuego.

La regeneración vegetal tras un incendio depende de los rasgos funcionales de las plantas y de la historia de usos del suelo
Vista general del Vall de Gallinera (Alicante). Foto: Beatriz Duguy.

La dinámica de la vegetación a medio plazo después de un incendio está determinada, entre otros factores, por el uso del suelo que existía en el momento del fuego. Esta es una de las conclusiones del estudio publicado en el último número de la revista Journal of Vegetation Science.

El estudio evidencia que la sucesión post-incendio es un proceso complejo, dependiente de varios de los atributos vitales de las especies dominantes de la comunidad vegetal y no solamente de su estrategia regenerativa post-incendio. “Hay que considerar una serie de atributos vitales (estrategia regenerativa post-incendio, capacidad de formar banco de semillas permanente, de verse estimulada la germinación por el fuego, etc.) y también otros factores (climáticos, espaciales, historia de usos...) a la hora de estudiar la dinámica post-incendio de una formación vegetal determinada para un régimen de incendios determinado”, explica a SINC la autora principal del estudio, la Dra. Beatriz Duguy.

El trabajo se ha realizado en condiciones mediterráneas, en concreto, en la ladera sur del valle de Gallinera (Alicante), una zona con una alta frecuencia de incendios donde muchos de los cultivos abandonados han sido colonizados por el matorral. Gracias a un muestreo de campo realizado seis años después del último incendio, el equipo ha estudiado la estructura y composición de la vegetación para determinar qué tipo de plantas son más resilientes al fuego y cuáles se regeneran con mayor facilidad.

Gestión sostenible antes del incendio

Con el fin de diseñar estrategias de gestión sostenible del paisaje propenso a incendios, los investigadores han estudiado, a medio plazo después del fuego, tanto los efectos de la historia de usos del suelo como los de la frecuencia histórica de incendios sobre la regeneración vegetal. Esta regeneración depende, en gran medida, de la situación en la que se encuentre la comunidad vegetal en el momento del incendio.

De este modo, cuando la zona ha sido cultivada de manera prolongada, este uso se refleja, en particular, en la vegetación observada a los 6 años de producirse el fuego si el abandono del cultivo ha sido reciente en el momento del incendio. Por otra parte, el aumento de la frecuencia de incendios ha tenido un mayor efecto sobre la vegetación post-incendio cuanto más reciente era el abandono del cultivo.

Duguy señala que “las zonas de cultivo recientemente abandonadas en el momento del incendio han sido las menos resilientes al fuego”. Estas áreas, que se encuentran en estadios iniciales de la sucesión vegetal secundaria y están dominadas por especies herbáceas anuales o bianuales, presentan una menor resiliencia al fuego.

La investigadora destaca que, por el contrario, en comunidades vegetales maduras, es decir en estadios avanzados de la sucesión vegetal en el momento del incendio, “el aumento de la frecuencia de incendios ha tenido pocos efectos sobre la vegetación a medio plazo después del fuego”. Estas comunidades son las más resilientes al fuego.

Duguy subraya que estas comunidades están dominadas por una herbácea perenne (Brachypodium retusum), que rebrota con fuerza tras el fuego, y por arbustos germinadores (Cistus spp. y Ulex parviflorus). “Estos arbustos generan bancos de semillas permanentes en el suelo y su germinación se ve fuertemente estimulada por el fuego”, asegura la investigadora.

Según explica la investigadora, “se considera generalmente que en el ámbito mediterráneo las formaciones dominadas por especies rebrotadoras son más resilientes al fuego que las dominadas por germinadoras, pero esta afirmación debe ser matizada”.

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Referencia bibliográfica:

Duguy, B. and Vallejo, R. “Land use and fire history effects on post-fire vegetation dynamics in eastern Spain” Journal of Vegetation Science 19(1): 97-108 2008.

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Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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