Las zonas profundas de los lagos de Banyoles, en Gerona, son ricas en azufre y hierro y están dominadas por bacterias, condiciones similares a las de los océanos al inicio de la vida en la Tierra, según muestra una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Los científicos aseguran que los resultados ayudarán a predecir el comportamiento de los océanos en futuros escenarios del cambio climático.
Las características de los lagos de Banyoles (Banyoles y Cisó), en Gerona, son muy parecidas a las de los océanos que existían cuando aparecieron las primeras formas de vida, según un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la revista The ISME Journal: falta de oxígeno y altos niveles de hierro y gases de azufre.
El trabajo analiza el metabolismo de los microorganismos de estos lagos. “Los microorganismos actuales se comportan igual que en el pasado y pueden dar pistas sobre cómo se establecieron las primeras relaciones ecológicas y las estrategias pioneras para obtener energía y alimento”, explica Emilio O. Casamayor, investigador del CSIC que lidera el estudio desde el Centro de Estudios Avanzados de Blanes.
Hasta hace aproximadamente 2.500 millones de años, el planeta Tierra carecía prácticamente de oxígeno y sus océanos eran ricos en hierro, según indican los científicos. Actualmente, solo en las zonas profundas de algunos lagos, como los de Banyoles, se mantienen esas condiciones similares a las del inicio de la vida en la Tierra.
Tras secuenciar masivamente el ADN total de las zonas profundas del lago de Banyoles ricas en compuestos tóxicos de azufre, metano, anhídrido carbónico, amoniaco e hidrógeno, los investigadores han confirmado que es un ambiente dominado por bacterias y con escasez de arqueas y protistas.
Esto “nos permite reconstruir las complejas conexiones existentes entre la geología, la química y la biología que se han ido tejiendo a lo largo de millones de años”, comenta Casamayor. Según los científicos, el trabajo también ha posibilitado determinar las especies clave para diferentes ciclos biogeoquímicos, y las responsables potenciales de procesar y transformar las diferentes moléculas.
Comportamientos ante el cambio climático
“Encontrar huellas de estas especies en sedimentos antiguos ayudará a reconstruir el pasado”, afirman los investigadores. Asimismo, señalan que las muestras analizadas ayudarán a predecir el comportamiento de los océanos en zonas costeras ante los futuros escenarios de cambio climático y proliferación de “zonas muertas” carentes de oxígeno.
Este trabajo se enmarca en la campaña Sorcerer, iniciada en 2003 por el científico Craig Venter con el objetivo de descubrir los secretos de los océanos a través del muestreo, la secuenciación y el análisis del ADN de los microorganismos que viven en los ecosistemas acuáticos, y cuenta con la participación de los grupos de informática y de genómica microbiana del Instituto de investigación genómica J. Craig Venter (EEUU), el Instituto Catalán de Investigación del Agua y la Universidad de Gerona.
Referencia bibliográfica:
E. O. Casamayor et al. “Connecting biodiversity and potential functional role in modern euxinic environments by microbial metagenomics”. The ISME Journal DOI:10.1038/ismej.2014.254