Investigadores del Instituto de Prehistoria de Cantabria de la Universidad de Cantabria (UNICAN) estudian la aparición de huesos de animales, como el de un rinoceronte lanudo, en los yacimientos arqueológicos de las obras de la Autovía del Cantábrico, en el tramo de Unquera a Llanes. El hallazgo, producido en una cueva cercana a Puertas de Vidiago, se abrió debido a las obras poco antes de Semana Santa.
“En esta localización se han recogido osamentas de diversos animales, incluyendo al menos un ejemplar de rinoceronte lanudo”, explica Manuel González Morales, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria y director del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC).
“Se trata muy probablemente de una cueva trampa, donde caían estos animales y no podían salir, y no se han localizado en ella vestigios de presencia humana. Se trata, en sentido estricto, de un yacimiento paleontológico”, señala González Morales.
Restos humanos en otra excavación
Los descubrimientos en el otro yacimiento se remontan a junio de 2009, cuando se realizó una excavación de urgencia en un punto situado entre Andrín y el río Purón, donde se había localizado un potente conchero del período Asturiense.
En esta excavación, dirigida por la arqueóloga asturiana María Noval, responsable del seguimiento arqueológico de las obras, participó un equipo del IIIPC a través de un convenio firmado con la UTE Pendueles-Llanes, concesionaria de la obra. Los responsables del grupo fueron los doctores Manuel González Morales e Igor Gutiérrez Zugasti, experto en el estudio de moluscos de yacimientos arqueológicos, que actualmente prosigue sus investigaciones con una beca Newton en la Universidad de York (Reino Unido).
Entre los hallazgos más destacados figuran un cráneo y otros restos humanos procedentes del conchero, así como otros materiales arqueológicos y más restos humanos que corresponden a usos funerarios posteriores de la cueva.
En la actualidad, los investigadores del Instituto de Prehistoria continúan con los trabajos de limpieza, catalogación y estudio de los materiales, a la espera de la decisión definitiva sobre la conservación del yacimiento, que corresponde a los organismos competentes del Gobierno de Asturias.
“En el caso de que se asegure la protección a largo plazo, y todo apunta en esta dirección, se preservaría un archivo de información de interés para posibles verificaciones futuras, aunque la actuación arqueológica en el yacimiento se dio por definitivamente cerrada en 2009”, apunta González Morales.