Un nuevo estudio, presentado en la Cumbre del Clima en Cancún, ofrece una metodología, ya aplicada a las costas españolas, para determinar el riesgo en función de la peligrosidad, la exposición y la vulnerabilidad asociados al cambio climático de las costas de América Latina y el Caribe. Las playas brasileñas, argentinas y casi todas las caribeñas son las que sufrirán el retroceso más “importante” en los próximos años.
La zona este y sur del Caribe, y la costa este de Brasil serán las zonas más vulnerables a la erosión de las playas causada por el cambio climático. Pero Argentina, Chile, Perú, Ecuador y México no se librarán del riesgo.
La metodología, incluida dentro de un informe más amplio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), ha recogido las tendencias de lo que ha pasado y de lo que pasará a causa al cambio climático en los próximos 20 ó 30 años en 1.500 puntos de la geografía sudamericana y caribeña y 100 puertos.
Con la subida del nivel del mar, no solo la erosión de las playas, sino también la dinámica del oleaje y operatividad de los puertos, cambiarán de forma significativa en los 72.000 km de costa estudiados en la región.
“La erosión de las playas por el aumento del nivel del mar será de 20 centímetros al año sobre todo en el Caribe”, ha asegurado Raúl Medina, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Cantabria (UC), en un evento paralelo a las negociaciones de la Cumbre de Cancún (México). La erosión también se producirá por el cambio del oleaje. En este caso, afectará a la costa sur de México.
Por cada metro de playa, 20.000 dólares
Además de los datos sobre dinámicas de olas y vientos, los datos económicos han completado el estudio y han permitido calcular la vulnerabilidad de la región. “Por cada metro cuadrado de playa perdido se pierden 20.000 dólares americanos al año. Son pérdidas económicas muy importantes para zonas muy turísticas”, ha destacado Medina.
El cambio de la operatividad de las infraestructuras portuarias generará igualmente pérdidas de dinero. Los puertos de Buenos Aires (Argentina), San Antonio (Chile), Rio Grande (Brasil) y Manzanillo (México) son los que sufrirán un mayor riesgo en términos económicos por limitación temporal.
“La ventaja de la metodología es que desagrega los efectos del cambio climático en las playas, y en el cambio de oleaje de los diferentes países latinoamericanos. Se convierte así en un gestor turístico”, ha afirmado a SINC el investigador español.
El mar subirá medio centímetro al año
“Lo que es prácticamente seguro es que en los próximos 30 años habrá un ascenso de 45 milímetros del nivel del mar en las costas del Caribe”, ha manifestado Medina. Por el aumento del nivel del mar de uno a dos metros, la población brasileña será la más afectada con un total de 1,5 millones de personas. Le siguen Perú, Cuba y México.
Otro de los riesgos asociados al aumento del nivel del mar es la inundación. Toda la costa de América Latina y el Caribe se verán afectados en “mayor o menor medida”: México, Brasil, y Colombia son los más afectados en términos de ecosistemas. Los manglares de Brasil se verán particularmente perjudicados.
“Este tipo de estudios pueden contribuir a la planificación urbana. Si en las siguientes revisiones del plan urbano se consideran los efectos del cambio climático, los municipios verán qué va a cambiar en la zona y sabrán dónde no construir infraestructuras”, ha declarado a SINC el investigador.