El estudio se publica on line en ‘Nature’

Los 'Australopithecus sediba' pudieron vivir en bosques y no en sabanas

Un equipo internacional de científicos ha analizado los dientes fósiles de los Australopithecus sediba descubiertos en 2008 y que vivieron hace menos de dos millones de años. Los resultados indican que estos homínidos primitivos comían hojas, frutos y corteza, lo que demuestra que pudieron vivir en entornos boscosos y no en hábitats abiertos de la sabana como hasta ahora se pensaba.

Los 'Australopithecus sediba' pudieron vivir en bosques y no en sabanas
Dientes fósiles de Australopithecus sediba. Imagen: Amanda Henry.

Los restos fósiles de dos Australopithecus sediba descubiertos en Sudáfrica en 2008 han permitido a un grupo internacional de científicos, liderados por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania), determinar la dieta de estos homínidos primitivos.

Según el estudio, que publica on line la revista Nature, los Australopithecus sediba, ancestros de los humanos modernos, comían hojas, frutos y corteza. La dieta de estos homínidos indica que pudieron vivir en entornos boscosos, y no en espacios abiertos de la sabana como ocurrió con otras especies de homínidos.

“Los homínidos primitivos vivieron en una mayor variedad de entornos de lo que se pensaba. Esto sugiere que hubo una especie de expansión adaptativa donde diferentes homínidos exploraron varios entornos, incluido A. sediba, que vivió en ecosistemas más cerrados como los bosques”, asegura a SINC Amanda G. Henry, coautora del estudio e investigadora en el instituto alemán.

Los investigadores determinaron la dieta de estos homínidos observando el desgaste de los dientes y analizando pequeños fragmentos de las plantas en sus dientes. “Es la primera vez que se identifican los alimentos vegetales que los homínidos primitivos consumieron, basándonos en los fitolitos (biomineralización de origen vegetal) atrapados en el sarro de los dientes”, afirma Henry.

Los autores también consideraron datos de isótopos de carbono derivados de los esqueletos, que indican el tipo de fuente de alimentos que consumieron. El estudio señala que las cortezas y los tejidos de madera se encontraron en los dientes de ambos individuos, un rasgo nunca antes documentado en homínidos.

Los hallazgos revelan por tanto que A. sediba tuvo una dieta “inesperada” comparado con las dietas de los primeros homínidos africanos de edades similares. Según el análisis de la dieta, estos homínidos primitivos pudieron “encontrar comida en los terrenos boscosos de un ecosistema verdoso más o menos abierto”, subraya la investigadora. Pero la dieta también aporta información sobre las poblaciones de A. sediba.

Los comportamientos que revela la dieta

“No estamos seguros del tamaño de los grupos en los que viajaban estos homínidos. Las especies que vivían en bosques tendían a estar en grupos pequeños, mientras que los que vivían en sabanas eran más grandes”, declara Henry.

A pesar del estudio, los investigadores tampoco saben cuánto caminaban los A. sediba al día. “Los chimpancés de la sabana tienen que viajar mucho para alcanzar diferentes espacios boscosos para recoger cada día suficiente fruta y otro tipo de alimentos. Es posible que los A. sediba se comportaran de la misma manera, o tuvieran otras fuentes de alimento que les permitió permanecer en un área más pequeña”, concluye a SINC Amanda G. Henry.

Referencia bibliográfica:

Amanda G. Henry, Peter S. Ungar, Benjamin H. Passey, Matt Sponheimer, Lloyd Rossouw, Marion Bamford, Paul Sandberg, Darryl J. de Ruiter, Lee Berger. “The diet of Australopithecus sediba” Nature doi:10.1038/nature11185, 27 de junio de 2012

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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