El artículo se publica hoy en la revista ‘Science’

Los cambios climáticos del pasado modificaron los dientes de los caballos

Un estudio internacional, con participación española, ha demostrado que los cambios evolutivos en la morfología de los dientes de los caballos se deben a modificaciones previas en la alimentación. Los resultados confirman que el registro fósil de los dientes es clave para entender la selección natural de Darwin y los cambios climáticos del pasado.

Los cambios climáticos del pasado modificaron los dientes de los caballos
Los cambios evolutivos en la morfología de los dientes de los caballos se produjeron cerca de un millón de años más tarde que los cambios en la dieta. Foto: Matthew Mihlbachler.

“De acuerdo con los patrones de desgaste dental, se ha comprobado que las dietas de los caballos variaron al mismo tiempo que los cambios de la vegetación a lo largo de los últimos 55 millones de años”, apunta Florent Rivals, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES).

Según el científico, los primeros équidos (de un solo dedo) vivían en hábitats muy cálidos de tipo selva tropical, y tenían molares adaptados para comer fruta y vegetación blanda.

Mientras que hace unos 18 millones de años aparecieron caballos con dientes más complejos y con la corona más alta, lo que les permitió hacer frente a la alimentación de los hábitats de pastizales abiertos de esa época.

La investigación, que se publica en la revista Science, ha analizado molares de 6.500 caballos fósiles de 222 poblaciones diferentes, y de más de 70 especies extintas de caballos. Los resultados han demostrado que la selección natural influyó en los cambios evolutivos en los dientes de estos animales por modificaciones en la dieta (provocadas por las sucesivas variaciones climáticas) y la aparición de nuevos hábitats.

“Dietas diferentes hacen que los dientes de estos mamíferos, al igual que los de otros herbívoros, se desgasten de manera distinta. Por ello, a través del examen de los patrones de desgaste en los dientes fósiles es posible reconstruir la alimentación de las especies extinguidas”, señala Florent Rivals.

El registro fósil analizado procede del Museo Americano de Historia Natural (AMNH, por sus siglas en inglés), que tiene la mayor colección de fósiles de caballos del mundo (más de 100.000 ejemplares).

Desajuste temporal de un millón de años

Los caballos aparecieron en América del Norte hace unos 55 millones de años. Sin embargo, han evolucionado en cientos de especies diferentes de tamaños diversos: desde el de un zorro a otras más grandes que los caballos actuales. Una de las transformaciones evolutivas más importantes de estos animales es su dentición.

La investigación ha demostrado que la mayoría de las especies de caballos sufrieron una variación muy grande en sus dietas. Este descubrimiento sugiere que, aunque la selección natural para el cambio dental pudo ser “débil” o “inexistente” la mayor parte del tiempo, la selección fue más intensa en momentos puntuales en función de la disponibilidad de determinada alimentación.

El estudio señala que los cambios evolutivos en la morfología del diente se produjeron cerca de un millón de años más tarde que los cambios en la dieta. Hace unos 18 millones de años aparecieron los primeros caballos con los molares más evolucionados, varios millones de años después de que las dietas empezaran a cambiar.

Este desajuste temporal entre la evolución de los dientes y los cambios en la dieta es clave para apoyar la teoría clásica de la selección natural y de adaptación al medio: “Si los cambios evolutivos en los dientes hubiesen sido anteriores a los de la dieta, la hipótesis de la evolución por selección natural no tendría sentido”, señala Florent Rivals.

Fuente: SINC//IPHES
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