Científicos de Barcelona han detectado una alta presencia de infección por papilomavirus en la cavidad oral, anal y el pene de los hombres seropositivos, en especial, en el ano entre pacientes con relaciones homosexuales. Los investigadores recomiendan exploraciones rutinarias de las tres áreas para todos, independientemente de su conducta sexual.
Los hombres portadores de VIH presentan con una elevada frecuencia coinfección por virus del papiloma humano (VPH) en la boca, el ano y el pene, según afirma un estudio publicado en la revista Sexually Transmitted Diseases realizado por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona, la fundación Lluita Contra la SIDA y la Fundación IrsiCaixa.
La prevalencia e incidencia del virus, aunque importante en todos los colectivos de hombres seropositivos, es especialmente elevada en la cavidad anal entre los hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Los resultados han llevado a los científicos a recomendar exploraciones médicas rutinarias de ano, boca y pene independientemente de la conducta y las prácticas sexuales.
El trabajo analizó anualmente, entre 2005 y 2009, la presencia del virus del papiloma entre 733 pacientes con VIH del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. De ellos, 538 de los pacientes habían mantenido relaciones homosexuales. Los investigadores también estudiaron la tasa de nuevas infecciones y de eliminación del virus a lo largo de los cuatro años de la investigación.
La prevalencia –el número de casos entre población estudiada– fue de 73% en el ano, 26% en el pene y 16% en la boca; y la incidencia –casos nuevos surgidos durante el tiempo del estudio– del 36%, 17% y 11%, respectivamente.
Estos datos ponen de manifiesto que la infección anal por VPH en pacientes seropositivos se produce con más frecuencia que en la población sana, donde, según datos de estudios anteriores, la prevalencia es del 47% en hombres que tienen sexo con hombres y 12% entre heterosexuales.
Otros trabajos indican que en población sin VIH la prevalencia del papiloma en la boca es de un 8,8% para HSH y de un 4,8% en población general, también más alta que en seropositivos. Sin embargo, en el pene las cifras de prevalencia se igualan.
“Los resultados muestran una prevalencia e incidencia de la infección por VPH elevada en las tres localizaciones, y una tasa de eliminación baja”, explica a SINC Guillem Sirera, autor principal e investigador del Servicio de Medicina Interna Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.
“Por su conducta sexual, los HSH presentaron una mayor prevalencia (84%) e incidencia en el canal anal, y un porcentaje de eliminación menor que los heterosexuales” indica Sirera, y puntualiza que aun así la prevalencia entre los heterosexuales también fue muy alta (42%). “La prevalencia de la infección por VPH, sobre todo anal, entre HSH era de esperar, pero no la del grupo de heterosexuales”, remarca el investigador.
El VPH está asociado al cáncer
En el resto de sitios la prevalencia, incidencia y eliminación fueron similares para los dos grupos, y la infección simultánea en los tres sitios también fue parecida, con un 7% entre heterosexuales y 6% en HSH.
El HPV es un virus que ha sido asociado al desarrollo de algunos cánceres, como el de cérvix, el anal y de pene. Algunas de estas condiciones aparecen con mayor frecuencia entre la población con VIH. El grupo de hombres con relaciones homosexuales es particularmente susceptible al cáncer anal.
Los efectos inmunosupresores de la infección por VIH favorecen la colonización del canal anal y el pene por VPH, y un tratamiento prolongado con antirretrovirales mejora las condiciones inmunológicas del paciente con VIH. Sin embargo, aunque el estudio detectó una menor prevalencia de la infección anal por VPH en pacientes tratados con estos fármacos, el efecto fue débil.
Según indica Sirera, independientemente de la conducta sexual, “a todos los pacientes con VIH se les debería explorar la boca, el pene y el ano en sus visitas anuales para descartar una patología relacionada con el VPH”. La presencia del virus se puede detectar por presencia de condilomas –verrugas genitales–, por citología o por la técnica de PCR.
Referencia bibliográfica:
Sebastian Videla, Laila Darwich, Mari-Paz Cañadas, Josep Coll, Marta Piñol, Francesc García-Cuyás, Rafael A. Molina-Lopez, Patricia Cobarsi, Bonaventura Clotet, and Guillem Sirera. “Natural History of Human Papillomavirus infections involving anal, penile, and oral sites among HIV-positive men”, enero 2013, Sexually Transmitted Diseases. DOI: 10.1097/OLQ.0b013e31827e87bd
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