Los líquenes españoles del espacio regresan a la Tierra

Los líquenes de Guadalajara que viajaron al espacio hace dos años ya están en casa. El pasado fin de semana lo hicieron a bordo de la nave Soyuz 45, que regresó desde la Estación Espacial Internacional con la plataforma Expose R2 y el experimento Biomex. Los organismos españoles han estados expuestos a la radiación extraterrestre para evaluar la capacidad de resistencia de sus biomoléculas.

Los líquenes españoles del espacio regresan a la Tierra
Líquenes de Guadalajara regresan a La Tierra después de haber sido sometidos a radiación extraterrestre en el espacio durante dos años. / INTA

Hace dos años, líquenes recogidos en Guadalajara y otras muestras biológicas fueron enviadas al espacio para someterlas a la radiación extraterrestre y medir su resistencia. Ahora, completada la misión, estos organismos han vuelto a la Tierra.

Las muestras han regresado junto a los astronautas Timothy Peake, Yury Melenchenko y Tim Kopra, encargados de traer la plataforma transportadora, denominada Expose R2. Dentro se han desarrollado diversos experimentos y uno de ellos es Biomex, liderado desde el centro DLR alemán y donde se han colocado los líquenes castellano manchegos.

En este proyecto participa el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), a través de la investigadora Rosa de la Torre, y varios organismos nacionales como la Universidad Complutense, el IGEO y el CSIC.

El objetivo del experimento es estudiar la capacidad de resistencia de las moléculas orgánicas en condiciones ambientales simuladas de Marte

El objetivo del experimento es estudiar la capacidad de resistencia de las moléculas orgánicas –pigmentos, proteínas y ADN, entre otros– en condiciones ambientales simuladas de Marte. Para ello, los organismos han estado expuestos directamente a la radiación extraterrestre (radiación UV intensa y radiación cósmica) desde noviembre de 2014 y hasta febrero de este año.

Los científicos estudiarán cuál es su máximo nivel de estabilidad en esas condiciones. Como objetivo secundario se identificarán los organismos más resistentes que puedan ser relevantes para sistemas de soporte de vida en el espacio, tanto en naves espaciales como en bases en la Luna o en Marte.

El tipo de liquen elegido por el INTA es una especie “vagante”, Circinaria gyrosa, que crece en la provincia de Guadalajara, y que, en otros experimentos ha demostrado una alta capacidad de supervivencia en el espacio.

Aterrizaje en Kazajastán

A las dos horas del aterrizaje en Kazajstán, las bandejas 1 y 2 de la plataforma EXPOSE fueron extraídas de la cápsula y depositadas más tarde en la Oficina de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Moscú, donde se procedió a una primera inspección. Estas bandejas con las muestras de BIOMEX y el resto de experimentos están ya en Munich, en la empresa Kayser-Trede, donde se realizará la desintegración y comenzará el análisis de los resultados por parte de los organismos responsables.

Esta investigación persigue aportar nuevos conocimientos al origen y posible transferencia interplanetaria de organismos a través del universo

Los biomarcadores identificados serán incluidos en una base de datos universal, que servirá de premisa para la búsqueda de vida en nuestro sistema solar. Misiones futuras, como ExoMars planeada por la ESA, se beneficiarán definitivamente de estos datos. Esta investigación persigue aportar nuevos conocimientos al origen, evolución y posible transferencia interplanetaria de organismos en el universo (hipótesis llamada litopanspermia).

Los resultados de experimentos semejantes anteriores, como LIFE (Lichens and Fungi Experiment) fueron presentados en una edición especial de la revista científica Astrobiology. Su directora de redacción y catedrática de Geología de la Portland State University, Sherry L. Cady, los calificó en su momento de “fascinantes, en tanto que ponen a prueba la capacidad de formas de vida de sobrevivir a las condiciones extremas en el espacio exterior”.

“La ciencia realizada en EXPOSE-E servirá sin duda, como referencia para toda la investigación futura en órbita baja terrestre. Este tipo de actividades son fundamentales para el éxito de futuras misiones en la exploración del sistema solar”, concluye Cady.

Las bandejas que transportaban los líquenes están en Múnich para ser analizadas. / INTA

Fuente: SINC
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