Métodos genéticos para determinar el sexo arrojan luz sobre los restos de aborígenes canarios

Investigadores la Universidad de La Laguna han aplicado un nuevo método genético de análisis de restos arqueológicos que permite discernir el sexo de los restos esqueléticos de los aborígenes de la isla de El Hierro. Este tipo de trabajo es fundamental para conocer las sociedades del pasado cuando no se tienen restos completos de los individuos.

Los investigadores canarios han determinado el sexo por métodos genéticos en 52 tibias. / Universidad de La Laguna
Métodos genéticos para determinar el sexo arrojan luz sobre los restos de aborígenes canarios. Foto: Universidad de La Laguna

Investigadores la Universidad de La Laguna han aplicado un nuevo método genético de análisis de restos arqueológicos que permite discernir el sexo de los restos esqueléticos de los aborígenes de la isla de El Hierro. Este tipo de trabajo es fundamental para conocer lassociedades del pasado cuando no se tienen restos completos de los individuos.

Arqueólogos, antropólogos y médicos forenses utilizan las medidas de los huesos para conocer el sexo de los restos esqueléticos que estudian en sus investigaciones. Sin embargo, esta tarea no es fácil cuando se trata de poblaciones antiguas y el esqueleto no está completo.

Investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) han aplicado un nuevo método basado en análisis genético para determinar el sexo de estos huesos en poblaciones aborígenes canarias.

“Hemos determinado el sexo por métodos genéticos en 52 tibias pertenecientes a una población prehispánica del yacimiento de Punta Azul en la isla de El Hierro. La identificación de 18 mujeres y 34 hombres, y la posterior discriminación combinando diversas variables antropométricas, muestra una alta precisión del 94,2% en el diagnóstico”, declara a Sinc Alejandra Calderón Ordóñez, investigadora de la ULL y coautora del artículo que publica el Journal of Archaeological Science.

Las variables antropométricas incluyen una serie de medidas que combinadas en una fórmula matemática permiten asignar el sexo más probable a restos arqueológicos incompletos.

“El problema –añade la experta– es que estas funciones varían entre diversas poblaciones y entre las mismas poblaciones a lo largo del tiempo, lo que hace que no siempre sean válidas si se aplican a poblaciones diferentes de aquellas para las que fueron realizadas”.

La determinación del sexo por procedimientos genéticos, por el contrario, se ha convertido en un método de referencia fiable ya que permite un diagnóstico correcto que se puede comparar con las características medibles de los huesos de hombres y mujeres.

Los arqueólogos han determinado el sexo por métodos genéticos en 52 tibias de una población prehispánica del yacimiento de Punta Azul, en El Hierro

“La determinación del sexo por este procedimiento no siempre es posible en todos los huesos provenientes de una excavación, tanto por el estado de conservación de los restos como por su elevado coste. A pesar de ello, es una herramienta fundamental”, subraya.

Medir las tibias y analizar su ADN

Con los restos de Punta Azul, los investigadores utilizaron un fragmento del gen de la amelogenina. Según explica Calderón, este gen está presente tanto en el cromosoma X como en el Y, sin embargo presenta una pequeña deleción –un tipo especial de anomalía estructural cromosómica– en X, lo que lo hace ideal para determinar el sexo genético mediante la amplificación de ADN.

“Teniendo en cuenta las características propias del ADN en restos antiguos, se hizo un primer análisis de cuantificación del ADN mitocondrial a tiempo real para constatar el estado de conservación de las muestras”, apunta.

Solo aquellas en las que fue posible amplificar el ADN mitocondrial fueron seleccionadas para analizar el gen de la amelogenina. Se ha constatado que si no se encuentra ADN mitocondrial –del que hay múltiples copias por célula –, los resultados derivados de una amplifcación de ADN nuclear como la amelogenina son poco fiables.

La amelogenina se analizó en 53 de un total de 59 tibias y se obtuvieron resultados positivos en 52. Todo esto evidencia la buena conservación de la muestra.

Por otro lado, se llevaron a cabo las mediciones de las tibias y se combinaron los resultados con el análisis genético previo. “La conclusión de este estudio es que mediante el estudio de la amelogenina se pueden elaborar funciones discriminantes de una población determinada, que luego podrán ser aplicadas a otros restos de esa misma población con un alto grado de fiabilidad”, subraya la científica.

Su importancia radica en la comprobación de la utilidad del gen de la amelogenina como patrón para esta distinción entre sexos. Esto abre la puerta a la creación de nuevas funciones para diversas poblaciones, con diversos huesos, e incluso la mejora de algunas ya existentes. El método podría aplicarse a otras poblaciones de diferente antigüedad y de origen étnico.

Referencia bibliogr áfica:

Alejandra C. Ordóñez, M. Arnay-de-la-Rosa, R. Fregel, A. Trujillo-Mederos, J. Pestano, E. González-Reimers, “Genetic sexing to determine the optimal discriminant functions for the analysis of archaeological remains from El Hierro (Canary Islands)”. Journal of Archaeological Science 40 (2013) 4411e4419.

http://dx.doi.org/10.1016/j.jas.2013.06.025

Fuente: SINC
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