Un poco más de 24 horas es lo que queda para que 194 países se pongan de acuerdo en la lucha contra el cambio climático. Tras un año de reuniones y toma de decisiones llega el momento que todos esperaban. Pero la incertidumbre es aún el alma de la cumbre. Sin la mayoría de los jefes de Estado presentes en la cumbre, los países toman “tímidamente” posición, y se enfrentan a un posible fracaso, o al éxito.
“No venimos para un 'Cancunhague' sino para un 'Cancunazo' por la vida, el planeta y la humanidad”. Así lo ha afirmado hoy en la Cumbre del Clima Evo Morales, presidente de Bolivia, uno de los países que han mostrado desde el principio mayor crítica. Bolivia apuesta por el éxito de Cancún y por que no se repita el fracaso de Copenhague.
Sin embargo, las negociaciones, que están en primer momento álgido, no parecen fructificar. Durante el día de hoy, 33 países, entre los que se encuentra España, han participado en la primera ronda del Segmento de Alto Nivel de la cumbre celebrada en el hotel Moon Palace. Aún así no existe un texto con propuestas claras, y la noche se avecina larga.
A un día de terminar la Cumbre de Cancún, y aunque hay temas aún “muy abiertos” como la eliminación de la brecha entre el límite de los 2ºC y los compromisos de reducción de emisiones de los países, sólo surgen avances relativos en REDD (Reducción de Emisiones por la Deforestación y la Degradación forestal), el establecimiento de tecnologías para afrontar el cambio climático, y la adaptación al cambio.
“Estamos en un momento de especial importancia. España redobla los esfuerzos para que se consiga el acuerdo. Pero todavía hay dificultades en algunos puntos”, ha declarado a los medios de comunicación Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).
Dos dificultades y por ahora ninguna solución
La financiación, la mitigación y transparencia son los puntos en discordia. Sobre todo los dos primeros. “Pero las dificultades no impiden que sigamos trabajando. El trabajo tiene que ser más intenso para lograr el acuerdo”, ha confirmado la ministra.
Las negociaciones se complican si hablamos del establecimiento del segundo periodo de compromiso de Kyoto, un compromiso que incluiría a los firmantes de Kyoto, y que no involucraría, entre otros, a EE UU y China. Japón mantiene su dura postura al respecto por considerarlo “injusto”, y por sólo incluir los países que emiten el 27% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Rusia, Canadá y Australia respaldan a Japón, pero no de una manera “tan frontal”. No actuarán si EE UU y los países emergentes no aceptan el contexto de Kyoto. Para la Unión Europea (UE), el Protocolo de Kyoto “no puede ni quiere” ser el problema. Pide rebatir el segundo periodo, pero no lo quiere hacer sola.
Según Aguilar, la UE tiene que ser un puente constante de diálogo para aunar voluntades y tomar decisiones importantes. “El mundo entero tiene una mirada hacia Cancún. No podemos ni mucho menos defraudar al conjunto de la ciudadanía por que las mujeres y hombres del mundo nos están esperando, y no podemos darles una callada por respuesta”, ha mantenido la ministra.
Durante su intervención en el plenario esta mañana, Aguilar ha subrayado además que el resultado de Cancún debe incluir “un proceso que nos ayude a identificar cómo podemos alcanzar el objetivo ambiental”, un aumento máximo de 2ºC por encima de los niveles preindustriales.
Para Morales, se trata de “planeta o muere”. Es una decisión crucial. Pero en Bolivia, y muchos otros países, “ni siquiera los árboles que tenemos nos dan sombra”, ha apuntado el presidente boliviano.
Estos choques son la principal causa de muerte de cetáceos. Un nuevo estudio ha cuantificado, por primera vez, los riesgos que afrontan cuatro especies amenazadas de estos gigantes oceánicos en zonas clave de navegación mundial.
La expedición internacional Biodiversidad Global de Calcificadores Planctónicos Marinos ha aportado nuevas evidencias sobre este fenómeno, un proceso relacionado con el cambio climático que implica la progresiva invasión de aguas atlánticas en el océano Ártico.
