Distintas indagaciones concluyen que esta proteína disminuye su expresión en varios tumores

Profundizan en el uso de una nueva diana terapéutica para combatir el cáncer

El grupo de Ciclo Celular y Oncología de la Universidade de Santiago de Compostela, dirigido por el investigador Anxo Vidal Figueroa, está llevando a cabo, entre otros proyectos, una investigación para validar el posible uso de la tomorregulina como diana terapéutica en el cáncer, es decir, probar si se puede hacer un uso de esta proteína como posible agente supresor del crecimiento tumoral.

Profundizan en el uso de una nueva diana terapéutica para combatir el cáncer
Adenocarcinoma colorrectal. Foto: Ed Uthman.

Tal como afirma Vidal Figueroa, se descubrió que la tomorregulina (Tmeff2), una proteína transmembrana que es segregada como hormona, encuentra disminuida su expresión en diferentes tipos tumorales, como el cáncer colorrectal, uno de los que provoca mayor mortalidad después del cáncer de pulmón.

Así, al comenzar la investigación, que lleva el título de La tomorregulina como diana terapéutica en el cáncer colorrectal, el investigador de la USC, que trabaja en colaboración con el grupo del profesor de la misma universidad, Fernando Domínguez, e incluso con el hospital Vall D’Hebrón de Barcelona, constató que esta proteína se vuelve inactiva en los estadios iniciales de un cáncer.

“Al ver eso, la investigación se dividió en dos partes: una para descubrir qué hace, qué consecuencias biológicas tiene la pérdida de expresión de la tomorregulina en un cáncer, y así ver las posibles ventajas que supone para el mismo, y después intentar usar la proteína con un fin terapéutico” que pueda llegar a eliminar las células cancerígenas, señala Anxo Vidal Figueroa.

Actualmente, los investigadores están aumentando y disminuyendo la expresión de la tomorregulina en ratones transgénicos (animales genéticamente modificados). “Queremos ver qué les sucede cuando apagamos y encendemos el gen, saber cómo reaccionan las células y en qué medida la disminución de la tomorregulina es beneficiosa para un cáncer, y, por lo tanto, si podríamos aumentarla con el fin de combatirlo”, comenta Vidal.

A pesar de tratarse de un estudio preclínico de oncología experimental, Vidal Figueroa afirma que la investigación avanza a un buen ritmo teniendo en cuenta lo costosas y lentas que son este tipo de investigaciones con modelos animales. “Aún no podemos hablar de conclusiones, ya que sería aventurarse, pero en principio los resultados están siendo buenos, especialmente porque empezamos a entender la relación de la tomorregulina con otras importantes rutas oncogénicas”, según asegura el investigador.

Fuente: USC
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