Rosetta encuentra oxígeno molecular en el cometa 67P

La coma o nube gaseosa que rodea el núcleo de las cometas está compuesta por agua, monóxido y dióxido de carbono, pero se acaba de descubrir que contiene otra molécula más: el oxígeno. El hallazgo lo ha hecho la nave Rosetta en el cometa 67P y plantea interrogantes sobre los modelos de la formación del sistema solar.

Rosetta encuentra oxígeno molecular en el cometa 67P
Imagen del cometa 67P tomada el 7 de julio de 2015 desde una distancia de 154 km. / ESA/Rosetta/NAVCAM

La nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea ha descubierto oxígeno molecular (O2) en la nube de gas, denominada coma, que rodea el núcleo del cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko.

El estudio, publicado esta semana en la revista Nature, supone la primera detección de esta molécula en una coma cometaria y podría tener implicaciones para comprender mejor la química que estuvo involucrada en la formación del sistema solar.

Se trata de la primera detección de O2 en la coma de un cometa

Las comas de gases de la mayoría de los cometas están compuestas principalmente por agua (H2O), monóxido de carbono (CO) y dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, a pesar de su detección en otros cuerpos helados, como las lunas de Júpiter y Saturno, el O2 no se había detectado en comas cometarios.

El investigador André Bieler de la Universidad de Michigan es el que ha liderado al grupo de científicos que ha registrado los datos de la coma de 67P entre septiembre de 2014 y marzo de 2015, mediante el espectrómetro de masas ROSINA-DFMS de la nave Rosetta.

Las medidas, tomadas mientras la sonda orbitaba alrededor del cometa, revelan una abundancia media de oxígeno molecular de alrededor un 3,80 %, en relación con el agua.

Relación estable entre el oxígeno y el agua

“Nuestras observaciones indican que el ratio O2/H2O en la coma es isotrópico (no depende de la dirección en que se examina) y no cambia sistemáticamente con la distancia al Sol”, señalan Bieler y su equipo.

Estos datos indican que el O2 primordial, el que estaba presente en la nube molecular de la que se formó el sistema solar, fue incorporado al núcleo del cometa durante su formación, lo que no concuerda con algunos límites establecidos en los ratios por las observaciones remotas.

Según los autores, “los modelos actuales sobre la formación del sistema solar no predicen la existencia de unas condiciones que permitan ese escenario”, por lo que habrá que seguir investigando para aclarar las contradicciones.

Referencia bibliográfica:

A. Bieler et al. “Abundant molecular oxygen in the coma of comet 67P/Churyumov–Gerasimenko”. Nature, 29 de octubre de 2015.

Fuente: SINC
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