Un grupo de investigadores ha analizado las consecuencias del consumo excesivo de bebidas de cola tras apreciar un aumento en el número de pacientes que padecen problemas musculares. El estudio, que será publicado en el número de junio de la revista International Journal of Clinical Practice, muestra que los síntomas pueden ir desde una debilidad leve hasta una parálisis grave.
“La sociedad consume más refrescos que nunca y se han identificado algunos problemas de salud, incluidos problemas dentales, desmineralización ósea y aparición de síndrome metabólico y diabetes”, explica Moses Elisaf, investigador del departamento de Medicina Interna de la Universidad de Ioannina, en Grecia, y autor principal de este estudio.
“Cada vez hay más pruebas que indican que el consumo excesivo de bebidas de cola puede producir hipopotasemia, una patología en la que los niveles de potasio en sangre caen, lo que tiene un efecto adverso en funciones musculares vitales”, afirma Elisaf.
Los autores sostienen que en una época en que los tamaños de las raciones son cada vez más grandes, el consumo excesivo de productos de cola tiene consecuencias reales para la salud pública. Según el estudio, que será publicado en el número de junio de la revista International Journal of Clinical Practice, los síntomas pueden ir desde una debilidad leve hasta una parálisis grave.
“Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan cuando dejan de beber productos de cola y reciben suplementos de potasio, la hipopotasemia inducida por las bebidas de cola puede hacer que sean más propensos a padecer complicaciones potencialmente irreversibles, como un ritmo cardiaco irregular”, apunta el investigador de la universidad griega.
La hipopotasemia puede deberse al consumo excesivo de tres de los ingredientes más frecuentes en las bebidas de cola: la glucosa, la fructosa y la cafeína. “Se desconoce el papel que cada uno de estos ingredientes desempeña en la fisiopatología de la hipopotasemia inducida por las bebidas de cola, y es posible que varíe dependiendo del paciente”, indica Elisaf.
“En la mayoría de los casos que analizamos, la intoxicación por cafeína es la que desempeñaba una función más importante. Esto se ha demostrado mediante estudios que se centran en otros productos que contienen gran cantidad de cafeína pero no glucosa ni fructosa. A pesar de esto, los productos de cola sin cafeína también pueden producir hipopotasemia, porque la fructosa que contienen puede provocar diarrea”.
Según el estudio, el consumo excesivo de cualquier tipo de bebida de cola puede provocar diversos problemas de salud entre los que se incluye la fatiga, la pérdida de productividad y síntomas musculares que van desde una debilidad leve hasta una parálisis grave.
Clifford Packer, del Centro Médico Louis Stokes Cleveland VA de Ohio (EE UU) está de acuerdo en que es necesario hacer frente al problema. “Las bebidas de cola tienen que incluirse en la lista usada por los médicos de drogas y sustancias que pueden causar hipopotasemia”, afirma. “El sector de los refrescos debe promover un uso seguro y moderado de sus productos en todos los grupos de edad”.
Hasta 10 litros de cola al día
El estudio de los casos prácticos se hizo con pacientes cuyo consumo oscilaba entre los dos y los 9 litros de bebida de cola al día. Entre la muestra analizada se encontraban dos mujeres embarazadas que fueron ingresadas con bajos niveles de potasio.
La primera, una mujer de 21 años, consumía hasta tres litros de bebida de cola al día y se quejaba de fatiga, pérdida del apetito y náuseas persistentes. Además, un electrocardiograma reveló que tenía una obstrucción cardiaca, mientras que los análisis de sangre mostraron que tenía un bajo nivel de potasio.
La segunda también tenía un bajo nivel de potasio y sufría una debilidad muscular cada vez mayor. Resultó que había estado bebiendo hasta 7 litros diarios de bebida de cola durante los últimos 10 meses.
Pero existen un montón de extraños casos que tienen como explicación el excesivo consumo de bebidas de cola al día, como el de un criador de avestruces que regresó del interior de Australia con debilidad muscular había estado bebiendo cuatro litros de bebida de cola al día durante los tres últimos años, y bebía hasta 10 litros al día cuando estuvo en Australia, lo que causó una rápida disminución de sus niveles de potasio.
En 2007, el consumo mundial de refrescos alcanzó los 552.000 millones de litros, el equivalente a casi 83 litros por persona y año, y se espera que llegue hasta los 95 litros por persona y año en 2012. Sin embargo, estas cifras ya han alcanzado la media de 212 litros por persona y año en EE UU.
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Referencia bibliográfica: Moses Elisaf et al. “Cola-induced hypokalaemia: pathophysiological mechanisms and clinical implications”. International Journal of Clinical Practice (IJCP), 63.6, 900-902, junio de 2009.