Un informe advierte de la elevada contaminación lumínica en el Parque Natural del Túria

Una investigación de la Universidad de Valencia revela los puntos más contaminados por luz del espacio protegido. Las conclusiones y las propuestas de actuación se presentaron la semana pasada al IV Simposio Internacional de Parques Naturales con Cielo Oscuro celebrado al Parc Astronòmic del Montsec.

La iluminación de la iglesia de Riba-roja incide en el cielo del Parque Natural del Túria
La iluminación de la iglesia de Riba-roja incide en el cielo del Parque Natural del Túria. Imagen: Marco/Morales, UV.

La Universitat de València advierte de la elevada contaminación lumínica en el Parque Natural del Túria, además de su entorno, y propone medidas de control. Los investigadores Enric Marco y Ángel Morales han realizado un completo estudio sobre este espacio protegido y sus alrededores y han concluido que la polución por exceso de luz es mucho más alta del nivel aconsejable, es decir, de los umbrales para la protección de la biodiversidad y la observación del cielo nocturno.

Estos resultados se presentaron la semana pasada en el IV Simposio Internacional de Parques con Cielo Oscuro celebrado al Parc Astronòmic del Montsec, en Catalunya, el cual trató este problema tanto de Europa como de Norteamérica.

Enric Marco, del departamento de Astronomía y Astrofísica, y Ángel Morales, del de Química Analítica, además de representante de las universidades públicas de Valencia en la Junta Rectora del Parque Natural del Túria y presidente de la Coordinadora en defensa de los Bosques del Túria, destacan que los puntos de máxima contaminación lumínica son: los polideportivos públicos (Paterna, Manises, Riba-roja) y privados (urbanización Lliri Groc); los centros educativos (C.P. Camp del Túria de Riba-roja, instituto cercano al río en Manises); monumentos (puente de Vilamarxant, puente de Riba-roja y, sobre todo, la iglesia de Riba-roja); infraestructuras como por ejemplo el aeropuerto de Manises, la potabilizadora de aguas, las centrales eléctricas de L’Eliana y Vilamarxant y las zonas industriales y servicios de la autovía A3 y de la pista de Ademuz; y las rotondas como es el caso de la de entrada a Riba-roja desde Loriguilla.

La zona más próxima de este espacio protegido a la ciudad de València sufre especialmente una iluminación excesiva, mientras que hay otros lugares críticos dentro del parque, como son el Azud de la Acequia de Montcada, la depuradora de aguas residuales Camp de Túria 2, los puentes que atraviesan el río en Riba-roja y Manises/Paterna y la parte de un camino agrícola en Masía de Traver. “Todos estos puntos brillantes se pueden ver, incluso, en una fotografía obtenida desde la Estación Espacial Internacional el febrero pasado por el astronauta italiano Nespoli”, explica Marco.

Por su parte, el fondo del cielo en el bosque de La Vallesa es 22 veces más luminoso que la montaña del Montsec donde tuvo lugar el congreso, una de las zonas más oscuras de Cataluña. De la misma manera, el espacio más oscuro del Parque Natural del Túria, el bosque de la Pea, en Vilamarxant, es 3,8 veces más brillante que el Montsec.

La contaminación lumínica es un fenómeno causado por el alumbrado que envía luz hacia el cielo. El polvo atmosférico y las nubes devuelven parte de esta luz excesiva hacia el suelo y, en consecuencia, el cielo se hace brillante y las estrellas quedan invisibles. Desde hace más de un año, la Universitat de València está estudiando el Parque Natural del Túria, declarado en 2007 por la Generalitat Valenciana, y su entorno para identificar las fuentes de contaminación lumínica pero, además, desde hace unos meses se han desarrollado diversas campañas de medida del brillo del cielo.

Para este propósito se utiliza un instrumento portátil estándar de medida de contaminación lumínica (SQM-L) que permite obtener datos rápidos y homologables. “Para la realización de las medidas nocturnas de la luminosidad dentro del Parque hemos contado con la ayuda y colaboración de la Oficina Técnica del Parque Natural del Túria, de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio ambiente, a la vez que hemos de agradecer el permiso del Ayuntamiento de Paterna para la utilización de la torre de vigilancia del bosque de La Vallesa”, comenta Morales.

Control del alumbrado público

Los expertos de la Universidad de Valencia recomiendan a las autoridades la incorporación de iluminación que no lance luz con un ángulo mayor de 0º, es decir, por encima de la línea del horizonte, como también el control del exceso de luz, y también el consumo energético, de vías urbanas e interurbanas, monumentos, centros deportivos y escolares, infraestructuras, etc. De hecho, “los científicos reunidos en el Montsec instaron a los gobiernos a apagar las luces monumentales entre la medianoche y la salida del Sol. En algunos países las cierran a las diez de la noche.”, apunta Morales.

Por otra parte, los especialistas consideran que en ningún caso se debe utilizar luz blanca o azul. Según Ángel Morales: “Es un gran atrayente de insectos y modifica el comportamiento de toda la cadena trófica. Además estas luces suprimen la producción de melatonina, hormona que se encuentra en todos los organismos vivos, cuya concentración varía con el ciclo día/noche. Su síntesis en la glándula pineal es muy sensible a cambios en la iluminación ambiental nocturna y su déficit puede producir efectos psíquicos como insomnio y depresión”.

En cuanto al tipo de luz, los científicos apuestan por la más cálida (amarilla o naranja) frente a la blanca y azul, más fría. Por este motivo, mostraron su preocupación ante la proliferación de iluminación por LEDs, la cual es habitualmente blanca y azul. El departamento de Astronomía y Astrofísica ya alertó sobre la degradación del Parque del Túria, con 4.692 hectáreas repartidas entre las comarcas de L’Horta, El Camp de Túria y Los Serranos, el pasado otoño en un informe presentado a la Junta Rectora del espacio protegido sobre las causas y los efectos de la contaminación lumínica del cielo nocturno del parque natural.

Ahora, el estudio se encuentra reforzado por la identificación de todos los puntos de luz principales de contaminación, con un gran número de medidas y adelanta las posibles soluciones al gran problema ambiental. La Facultad de Ciencias Biológicas de la Universitat de València presentó también otro informe donde especificaba los efectos de una iluminación excesiva sobre la fauna y flora del parque natural.

Fuente: UV
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