El ingeniero ferroviario José Luis López Gómez, de la firma española Talgo, ha sido nominado al Premio al Inventor Europeo 2013 por un sistema de suspensión de ruedas que mejora los viajes en trenes de alta velocidad. El método permite que el vagón y las ruedas se adapten automáticamente a las pendientes y las curvas y se aplica hoy en todos los talgos.
José Luis López Gómez, un ingeniero ferroviario de la empresa Talgo, que se jubiló en 2004, ha sido nominado por la Oficina Europea de Patentes (OEP) para optar al Premio al Inventor Europeo en su edición 2013.
Según la OEP, este premio “rinde homenaje a aquellos inventores cuyos logros son ejemplos de la innovación necesaria para un desarrollo económico, tecnológico y social en Europa”. Los premiados serán galardonados el 28 de mayo en Ámsterdam (Holanda).
El invento de López Gómez permite a las ruedas de ferrocarril mantener en todo momento una posición óptima y segura en los raíles. Este es un elemento de especial relevancia en países donde los trenes de alta velocidad atraviesan regiones montañosas en trazados curvos. Para hacer frente al terreno ondulado, las ruedas del talgo se montan de forma individual en vez de estar unidas por un eje, señala la Oficina Europea de Patentes.
El desarrollo, patentado en 2007 por López Gómez, permite que el vagón y las ruedas se adapten automáticamente a las pendientes y las curvas, y evita que los pasajeros noten las fuerzas que tiran del tren mientras se mueve por una curva. Gracias a la innovación de López Gómez, es posible detectar la velocidad exacta a la que gira una rueda y calcular de forma precisa qué sección está en contacto con el raíl. Esto hace que el viaje en tren de alta velocidad sea más cómodo, seguro y silencioso, especialmente a la entrada o salida de una curva: "En Francia, los trenes Talgo son conocidos como trenes silenciosos”, dice López Gómez.
Vehículos de rueda libre
Según explica a SINC este ingeniero, se trata de un método que se aplica a vehículos de rueda libre, frente a los de eje montado. En los primeros, las ruedas giran de forma independiente, sin relación entre ellas. Es la técnica que se aplica hoy en todos los talgos.
El invento utiliza un sistema electrónico que detecta los momentos en los que las ruedas se desvían de su posición optima en el rail. Además, incluye un dispositivo mecánico automático que las mueve y coloca en posición central, señala.
“Cuando giran, la propia fuerza centrífuga hace que las ruedas del tren se muevan hacia los extremos del rail, desviándolas de su posición óptima”, añade López Gómez. Debido a su superficie cónica –más pequeña por dentro que por fuera–, la rueda contacta el rail con una circunferencia mayor en la parte exterior. Así se cubre una distancia de giro mayor rodando a la misma velocidad que la parte interior y se facilita el movimiento en las curvas.
Tecnología precisa
“La invención utiliza una precisa tecnología computacional que detecta la velocidad de rotación de la rueda del tren y después calcula donde contacta con el rail. Cuando la rueda se desvía de su posición óptima, un sistema mecánico automático la mueve de vuelta al su mejor punto de contacto”, dice el ingeniero.
La OEP señala que tras 40 años trabajando en el desarrollo de la tecnología del productor de trenes de alta velocidad líder en España, el inventor burgalés ha participado en numerosos proyectos de investigación y de desarrollo, contribuyendo de forma importante las innovadoras tecnologías de Talgo. Ha desempeñado un papel esencial en varias patentes. Su método de optimización de las dinámicas de dirección de vehículos ferroviarios está entre sus mayores logros, según el destacado jurado internacional del Premio al Inventor Europeo 2013.
Esta tecnología se dirige a un mercado de rápido crecimiento: entre 2008 y 2011 la flota operativa mundial de Talgo pasó de 1.737 trenes de alta velocidad a 2.517. Entre 2009 y 2011, el número de kilómetros de vías asignadas a trenes de Talgo creció de 10.700 a 17.000. Se calcula que en 2014 la flota global de Talgo contará con más de 3.700 unidades, que funcionarán en una red de vías que alcanzarán los 43.000 kilómetros en todo el mundo. Los talgos operan en Francia, Suiza, Italia, Portugal, Kazajistán, Canadá y EEUU.
Fundada en 1942, La empresa Talgo, Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol, fue llamada así en atención a su diseñador Alejandro Goicoechea y al financiero José Luis Oriol Urigüen, que apoyó sus investigaciones y la fabricación de los primeros trenes construidos con ese sistema Tiene sede cerca de Madrid y a lleva a cabo operaciones en Alemania, Finlandia, EEUU, Kazajistán y Bosnia Herzegovina. Está especializada en trenes de alta velocidad y es reconocida por su innovadora tecnología basculante.