Una molécula de la microbiota, nuevo marcador para diagnosticar aterosclerosis

Un estudio revela que el propionato de imidazol, una molécula producida por la microbiota intestinal, induce aterosclerosis, una enfermedad que desencadena la obstrucción de las arterias que causa los infartos. Los resultados proponen usar la detección de este metabolito para un diagnóstico temprano de esta dolencia.

Una molécula de la microbiota, nuevo marcador para diagnosticar aterosclerosis
El estudio propone usar esta molécula para el diagnóstico temprano de la aterosclerosis. / Unsplash

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte global y suelen originarse en la aterosclerosis, un endurecimiento y estrechamiento de las arterias por inflamación y acumulación de grasa.

La aterosclerosis es el endurecimiento y estrechamiento de las arterias por inflamación y acumulación de grasa

Aunque se controlan factores causales como el colesterol, la hipertensión o el tabaquismo, la detección temprana de la enfermedad es necesaria. Los nuevos resultados, liderados por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) y publicados en la revista Nature, han identificado que un metabolito generado por bacterias intestinales, el propionato de imidazol (ImP), se detecta en sangre de modo temprano en la aterosclerosis activa.

Este metabolito, “está producido exclusivamente por bacterias del intestino”, explica Annalaura Mastrangelo, investigadora del CNIC y primera autora del estudio. “En este trabajo hemos visto que su presencia en sangre se relaciona con el desarrollo de aterosclerosis activa en personas aparentemente sanas”.

Lo relevante de este hallazgo, destaca Mastrangelo, es que “detectar este marcador en sangre representa una gran ventaja, dado que las pruebas actuales requieren técnicas de imagen avanzada complejas y costosas que no están cubiertas por la seguridad social. Los niveles de ImP en sangre ofrecen un marcador con valor diagnóstico para facilitar la identificación de personas sanas que tienen aterosclerosis activa y posibilitar su tratamiento temprano”.

Causante de la enfermedad

Pero el hallazgo va más allá. Iñaki Robles-Vera, también primer autor del estudio, añade: “No solo observamos que el ImP está elevado en personas con aterosclerosis, sino que es un agente causal de la enfermedad. El consumo de ImP provocó la aparición de placas en las arterias en modelos animales de aterosclerosis”.

David Sancho, jefe del laboratorio de Inmunobiología y líder del estudio, señala que se ha observado que el uso de bloqueantes del receptor I1R, que colabora con ImP, previene la inducción de aterosclerosis y reduce la progresión de esta en modelos de ratón.

Este es un hallazgo para el diagnóstico precoz y el tratamiento personalizado y temprano de la aterosclerosis

David Sancho, CNIC

“Esto abre la posibilidad futura de un tratamiento combinado del bloqueo de I1R junto al de la producción de colesterol”, asegura Sancho.

Estos hallazgos, agrega, “es un hallazgo para el diagnóstico precoz y el tratamiento personalizado y temprano de la aterosclerosis. Así, en lugar de centrarse únicamente en el colesterol y otros factores clásicos, se podría en el futuro analizar la presencia de ImP en sangre como señal de riesgo”.

Este trabajo ha sido liderado por el CNIC pero representa una colaboración global a nivel nacional e internacional, con la participación de instituciones, entre otras, del Mount Sinai Fuster Heart Hospital, Icahn School of Medicine at Mount Sinai en Nueva York (EEUU); Instituto de investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz; Universidad Autónoma de Madrid y el Centro de Investigación biomédica en red de enfermedades cardiovasculares (CIBER-CV).

Mastrangelo, A., Robles-Vera, I., Mañanes, D. Sancho, D., et al. Imidazole propionate is a driver and therapeutic target in atherosclerosis. Nature (2025).

Fuente:
CNIC
Derechos: Creative Commons.
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