La antitrombina, además de su papel clave como modulador de la coagulación sanguínea, también actúa como inhibidor de la migración, invasión y angiogénesis tumoral, según demuestran investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Murcia.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Murcia han descubierto que la antitrombina, un inhibidor de la coagulación sanguínea, tiene un efecto antitumoral, ya que inhibe a una proteasa implicada en la metástasis y genera una molécula que disminuye la vascularización de los tumores.
La antitrombina es una pequeña molécula que inhibe la coagulación sanguínea. Un simple dato demuestra la importancia de esta molécula en la circulación de la sangre: los individuos que sufren de una deficiencia de antitrombina en su organismo (como consecuencia de una rara enfermedad genética) tienen un riesgo muy elevado de sufrir frecuentes trombosis venosas y embolismo pulmonar.
La efectividad de la antitrombina como anticoagulante se potencia por la heparina, un glicosaminoglicano originalmente aislado de células hepáticas (de ahí su nombre), que se utiliza frecuentemente como anticoagulante inyectable.
Inhibidor de la metástasis
Los tumores estimulan la formación de nuevos capilares sanguíneos a partir de los vasos preexistentes en el tejido. A través de este proceso, llamado angiogénesis, los tumores se aseguran los nutrientes y el oxígeno que necesitan para crecer.
La angiogénesis proporciona, además, un medio por el cual las células tumorales, tras desprenderse del tumor primario y migrar a través de la matriz extracelular, se infiltran en el interior de los vasos y se trasladan a otras partes del organismo impulsadas por la circulación sanguínea, dónde pueden implantarse y crecer para formar un tumor secundario o metástasis.
Para migrar a través de la matriz extracelular, las células tumorales secretan unas enzimas (proteasas) que degradan la matriz y allanan el camino para que las células puedan desplazarse.
El trabajo, publicado en Scientific Reports, demuestra que la antitrombina también inhibe la actividad de enteropeptidasa, una proteasa presente en células tumorales de colon, pulmón y glioblastoma-astrocitoma.
El efecto se potencia por la adición de heparina
Los autores afirman que los efectos antitumorales de la antitrombina se potencian por la adición de heparina. En su trabajo muestran que es capaz de reducir las metástasis óseas y hepáticas producidas por las células tumorales de colon inyectadas por vía intravenosa en ratones.
Este resultado se corresponde con observaciones clínicas que muestran un aumento de la supervivencia de pacientes cancerosos tratados con heparina para combatir procesos trombóticos venosos.
El trabajo lo publican el grupo que dirige Miguel Quintanilla en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, centro mixto UAM-CSIC, y el grupo que dirige Irene Martínez en el Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Universitario Morales Messeguer, asociado al Centro Regional de Hemodonación y a la Universidad de Murcia.
Los investigadores han contado con financiación del Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Economía y Competitividad y la Fundación Séneca.
Referencia bibliográfica:
Luengo-Gil, G., Calvo-Sánchez, M.I., Martín-Villar, E., Águila, S., Bohdan, N., Antón, A.I., Espín, S., Ayala, F., Vicente, V., Corral, J., Quintanilla, M. and Martínez-Martínez,I. (2016). Antithrombin controls tumor migration, invasion and angiogenesis by inhibition of enteropeptidase.Scientific Reports DOI: 10.1038/srep27544
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