Investigadores de Hewlett-Packard han desarrollado un sistema para observar imágenes y vídeos en tres dimensiones sin la necesidad de utilizar gafas. Está especialmente adaptado para las pantallas de móviles, tabletas y otros dispositivos portátiles.
Ahora que el público ya está familiarizado con las aparatosas gafas para ver películas en tres dimensiones, su final puede estar cerca. Físicos de los laboratorios de Hewlet Packard en Palo Alto (EE UU) han desarrollado una nueva tecnología para observar imágenes en 3D sin ponerse gafas y que funciona desde cualquier ángulo de observación.
Aunque otras pantallas como la de la Nintendo 3DS ya eran capaces de hacer lo mismo, con ellas el espectador tiene que estar localizado en un punto exacto donde la imagen se ve en 3D. Si se mueve a derecha o izquierda, hacia delante o hacia atrás, la imagen en 3D desaparece.
“Con nuestro dispositivo se puede ver la imagen en 3D desde cualquier ángulo frente a la pantalla” afirma David Fatta, uno de los autores del artículo de Nature en el que se presenta esta nueva tecnología. “Puedes moverte alrededor de la pantalla y ver la imagen desde distintas perspectivas sin cambios bruscos, de una manera continua. Como si te estuvieras moviendo alrededor del objeto y no de una imagen del objeto”.
Según asegura el propio Fatta, si observáramos una imagen del globo terráqueo en 3D con el polo norte hacia la parte superior de la pantalla, al movernos alrededor de la pantalla seríamos capaces de observar todos los países del mundo.
Otra de las grandes novedades es que la tecnología está especialmente adaptada a dispositivos portátiles, como móviles o tabletas. La dificultad añadida en estos aparatos es que la pantalla es más pequeña y se ve desde más cerca, por lo que necesita píxeles de menor tamaño para obtener una imagen de calidad.
“Aún no sabemos si este sistema funcionará mejor o peor que los ya existentes en pantalla grande –asegura Fatta a SINC– pero nuestra tecnología es energéticamente más eficiente y de bajo coste. Además, creemos que el hecho de que nuestro sistema utiliza una pantalla transparente es un punto a su favor”.
Más allá del ocio
Raymond Beausoleil, investigador principal del grupo, cree que las aplicaciones que se pueden desarrollar en un futuro a partir de esta tecnología van más allá de los fines lúdicos. “Creemos que puede llegar a tener importancia para visualización de datos complejos, por ejemplo para modelización molecular en la industria farmacéutica. También para cartografía o imágenes médicas” afirma Beausoleil.
Pero antes de que esto llegue, hay varios retos que superar que pueden llevar aún un tiempo considerable y retrasar su comercialización. El principal es conseguir una calidad de la imagen aceptable, pero también ha de ser un dispositivo robusto y resistente. Además el efecto 3D se observa hasta un metro de distancia, lo cual no presenta un problema si se aplica la tecnología a los smartphones, pero sí para pantallas mayores.
El ser humano es capaz de ver en 3D gracias a su visión estereoscópica. Esto significa que cada uno de los ojos recibe una imagen ligeramente diferente debido a que se sitúan en distintos puntos, separados por unos 6 cm. El cerebro combina estas dos imágenes y forma una imagen tridimensional.
Las diferentes tecnologías para la visión en 3D se han inspirado en la naturaleza, y lo que hacen es enviar a cada ojo una imagen ligeramente desplazada respecto al otro.
Con gafas
Lo más común para conseguirlo es proyectar dos imágenes ligeramente diferentes en la misma pantalla y dejar llegar a cada ojo solamente una de ellas, para lo cual se utilizan unas gafas.
Un sistema muy extendido en las televisiones en 3D es utilizar unos cristales que se vuelven transparentes y opacos de forma alternante y muy rápidamente. Al sincronizar esta alternancia con las dos imágenes en la pantalla de una forma muy rápida llegará a cada ojo la imagen correspondiente.
En los cines, el método más extendido es que las dos imágenes se muestren simultáneamente en la pantalla pero con luz polarizada en diferentes direcciones. Cada lente deja pasar solamente la luz polarizada en una de las direcciones y así cada ojo recibe una imagen distinta.
Sin gafas
Las pantallas que hasta ahora permitían la visión en tres dimensiones sin necesidad de gafas se basaban en enviar una imagen diferente dirigida hacia cada ojo con píxeles que mandan los rayos de luz en direcciones concretas. El problema es que la pantalla no sabe en qué punto se encuentran los ojos del espectador, así que tendrá que ser él mismo el encargado de situarse en el lugar correcto.
La pantalla desarrollada por los científicos estadounidenses puede enviar hasta 64 imágenes distintas en diferentes direcciones de un ángulo de 180º. De este modo el espectador podrá moverse alrededor de la pantalla sin problema y seguir viendo la imagen en 3D. Es más, verá la imagen desde diferentes perspectivas, como si de un holograma se tratara
Referencia
D. Fattal, Z. Peng, T. Tran, S. Vo, M. Fiorentino, J. Brug, R. G. Beausoleil. “A multi-directional backlight for a wide-angle, glasses-free three-dimensional display” Nature Vol. 495 March 2013. DOI: 10.1038/nature11972