Una red de microtúbulos controla el ataque de los linfocitos T sobre los cuerpos extraños

Un estudio del CSIC describe el mecanismo que controla la destrucción de células extrañas (por ejemplo bacterias), mediada por los linfocitos T. El trabajo relaciona este efecto con la creación de una red de microtúbulos especializados en el interior de dicha célula inmunitaria.

linfocito t
Micrografía de un linfocito T humano. Imagen: Wikipedia

Científicos del CSIC han descubierto cómo se controla el proceso por el cual los linfocitos T atacan a las células extrañas al organismo.

El estudio, que se publica en la revista Journal of Cell Biology, revela que estos leucocitos crean una red de microtúbulos y esto desencadena una serie de procesos que culminan con la eliminación del agente externo.

La red de microtúbulos desencadena una serie de procesos que culminan con la eliminación del agente externo

Los autores han descifrado cómo el aparato secretor de los linfocitos T se desplaza por el interior de la célula hasta situarse en la región más cercana al cuerpo extraño que se tiene que destruir.

Cuando un linfocito T detecta una célula extraña, este inicia, de forma muy rápida, la formación de una red especializada de microtúbulos.

Miguel Ángel Alonso, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y director del trabajo, explica que este proceso “provoca, en última instancia, el desplazamiento del aparato secretor hacia la zona donde debe entrar en acción”.

“Resulta muy curioso que la formación de estos microtúbulos esté regulada por la proteína INF2, ya que la actividad más característica de este tipo de moléculas es la formación de filamentos de actina”, afirma Laura Andrés, de la Universidad de Columbia (EE UU), que también ha participado en el estudio.

Los linfocitos T son células del sistema inmunológico que protegen al organismo mediante la secreción de proteínas que activan a otras células del sistema inmune y a través de proteínas capaces de destruir agentes extraños de forma directa. Es en este segundo caso en el que la localización de su aparato secretor es crucial para el éxito del proceso.

Referencia bibliográfica:

Laura Andrés‐Delgado et al. “INF2 promotes the formation of detyrosinated microtubules necessary for centrosome reorientation in T cells”. Journal of Cell Biology. DOI: 10.1083/jcb.201202137

Fuente: CSIC
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