Una relación de confianza entre médico y paciente ayuda a entender la evolución y los altibajos del tratamiento

En una tesis de la UPV/EHU se ha analizado la visión actual de la enfermedad desde varias perspectivas, y se plantea una crítica a la visión biologicista a la vez que se analizan otros enfoques como los de la filosofía, la bioética y la antropología de la medicina.

Una relación de confianza entre médico y paciente ayuda a entender la evolución y los altibajos del tratamiento
La autora de la tesis, Lierni Irizar Lazpiur. (Fotografía: Lierni Irizar Lazpiur)

La autora de la tesis es Lierni Irizar Lazpiur, licenciada en Trabajo Social, que ha realizado el Doctorado en la rama de la Filosofía. Su tesis se titula La cuestión de la subjetividad y la enfermedad. Un ejemplo: el VIH/SIDA. Los directores de la tesis han sido José Ramón Arana y María Josefa Valderrama, del departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UPV/EHU. Actualmente Lierni Irizar colabora con el Observatorio de Derechos Humanos y VIH/SIDA de RED2002, así como en las Aulas de la Experiencia de la UPV/EHU.

Con este trabajo la autora busca un marco teórico de reflexión para cuestiones relacionadas con la enfermedad. Mediante esta investigación basada en el análisis de la historia de la medicina se han buscado respuestas para preguntas como ¿cómo entender la enfermedad?, ¿cuál es la visión predominante hoy en día y cómo ha surgido?, o ¿cómo se puede hacer un lugar para la vivencia subjetiva de la enfermedad?

Ciencia, medicina y psicoanálisis

El primer aspecto analizado ha sido la subjetividad en la ciencia. Se ha podido constatar que la objetividad es un concepto histórico y cambiante que ha funcionado como un ideal del conocimiento. Al principio, la visión objetiva de la ciencia eliminó los aspectos subjetivos del conocimiento. Esa visión se cuestionó en el siglo XX y, de algún modo, se restituyó la importancia de lo subjetivo, que se valora como necesario para acceder al conocimiento de un modo más realista.

Tras ese primer análisis, el segundo aspecto estudiado ha sido la subjetividad en el ámbito de la medicina. A través de un recorrido histórico, se ha analizado la visión de la enfermedad en distintos momentos de la historia. Así, se ha podido ver que es en el siglo XX cuando el sujeto empieza a considerarse protagonista de su enfermedad, es decir, que está implicado junto con sus síntomas y sufrimientos. A pesar de ello, el enfoque biomédico y científico de la enfermedad se centra en los hechos objetivos y hay muchas dificultades para incorporar las cuestiones subjetivas a las teorías médicas.

En tercer lugar, Lierni Irizar ha estudiado el psicoanálisis que se ocupa de la patología, el malestar y el sufrimiento desde una perspectiva que la ciencia abandona: la del sujeto concreto. En su análisis, la investigadora llega a la conclusión de que el sujeto no es algo medible o cuantificable, sino que es complejo y está en conflicto, dividido e incompleto. Para el sujeto no todo es posible (ni todo el goce, ni toda la felicidad, ni toda la salud).

Un ejemplo: el VIH/SIDA

Tras un extenso análisis teórico, Lierni Irizar se ha centrado en un ejemplo concreto: el VIH/SIDA. La investigadora plantea alternativas y soluciones para el modo de tratar a los enfermos y la enfermedad, ya que, más allá de las campañas de información y sensibilización, es necesario crear espacios de escucha para que el sujeto que así lo desee pueda desarrollar su modo particular de goce, lo cual le permitirá vivir mejor.

Por otro lado, se ha comprobado que el conocimiento biográfico del paciente y una relación de confianza con los médicos son fundamentales para comprender la evolución y los altibajos que se producen en los tratamientos.

Por último, la investigadora plantea la necesidad de hacer un esfuerzo para tender un puente de comunicación entre distintas disciplinas, y así afrontar los futuros retos de la medicina. Y es que Lierni Irizar cree que la biomedicina está siendo cuestionada desde diferentes perspectivas, y sospecha que los problemas sanitarios de nuestra época no se podrán resolver dentro del marco conceptual tradicional. La sociedad, que ya no tiene una fe ciega en el progreso tecnológico, reclama un debate sobre los valores implicados en la práctica científica y muestra interés por la ética en la medicina.

Más información: Basque Research

Fuente: UPV/EHU
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