Este modelo, instaurado por la empresa de Zuckerberg hace unos meses, se denomina “pagar o aceptar”. Obliga a los usuarios a elegir entre abonar una suscripción anual de más de 250 euros para garantizar su privacidad o consentir el seguimiento de sus datos para publicidad personalizada, advierten las ONG de protección de datos.
28 ONG, incluidas Wikimedia Europa, Noyb y Bits of Freedom, pidieron este viernes al Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) que se oponga al modelo de pago por privacidad instaurado por Meta, el gigante tecnológico detrás de Facebook e Instagram, en noviembre de 2023.
Este modelo, denominado “pagar o aceptar”, obliga a los usuarios a elegir entre pagar una suscripción anual de más de 250 euros, que garantiza su privacidad, o consentir el seguimiento de sus datos para publicidad personalizada, según informó la ONG austríaca Noyb, especializada en protección de datos.
Si bien dar el consentimiento para el rastreo es tan sencillo como un clic, retirarlo implica un complicado proceso que solo se resuelve mediante una suscripción de pago, una práctica que, según Noyb, va en contra de la normativa de protección de datos de la UE, que requiere que retirar el consentimiento sea tan fácil como darlo.
La práctica del modelo “pagar o aceptar” ha sido cuestionada por autoridades de protección de datos de Países Bajos, Noruega y Alemania, que solicitaron una opinión vinculante del CEPD, la máxima autoridad en la materia en la Unión Europea.
Estas 28 ONG instan al CEPD y a todas las autoridades nacionales de protección de datos de Europa a oponerse a este modelo para evitar la creación de grandes diferencias en la aplicación de las normas de privacidad europeas, asegurando así que los derechos fundamentales no se conviertan en un bien de lujo.
La adopción de este modelo por parte de Meta y su potencial legitimación podrían allanar el camino para que otras empresas adopten prácticas similares, lo que podría socavar el principio de consentimiento genuino en el uso de datos personales de los europeos, según estas ONG.
Max Schrems, fundador de Noyb, ha criticado este modelo, argumentando que la normativa de la UE exige una “elección libre y genuina” al consentir el seguimiento para publicidad personalizada.
Sin embargo, según Schrems, la realidad muestra que la mayoría de las personas no tienen más opción que aceptar la explotación de sus datos ante la imposición de una suscripción de varios cientos de euros por su privacidad.