Día Mundial contra el Cáncer

Cambios de paradigma en el cáncer

Son muchos los cánceres que hoy ya tienen curación. Los especialistas aseguran que se encuentran en el camino de curar otros. El problema es que al tratar pacientes que poseen células tumorales, esas células a veces disponen de mecanismos que se escapan del tratamiento. En el Día Mundial contra el Cáncer, los expertos de la Sociedad Española de Oncología Médica valoran para SINC los nuevos datos que se conocen de la enfermedad.

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Ilustración: SINC.

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, de no mediar intervención alguna, 84 millones de personas morirán de cáncer entre 2005 y 2015. Este 4 de febrero, el principal objetivo es luchar contra el sobrepeso y la obesidad infantil, dos factores de riesgo que pueden provocar cáncer en la edad adulta.

Los expertos de la SEOM coinciden en la importancia que tiene el papel –informativo y preventivo- de la propia ciudadanía en esta batalla. Se estima que alrededor de un 40% de los cánceres podrían evitarse gracias a la prevención (tabaco, ejercicio y dieta). Los datos publicados esta semana sobre el cáncer confirman que, aunque en los últimos 15 años existe un claro aumento de la incidencia de la enfermedad, la curación es cada vez mayor (las cifras de supervivencia son un 10% mejores que hace 10 años).

La prevalencia de gente que ha tenido cáncer en España en los últimos cinco años es de 450.000 personas, y en total, más de un millón y medio de personas ha padecido la enfermedad. Éste es uno de los mensajes más importantes: hay un número muy importante de personas que han tenido cáncer y se han curado. Aunque el cáncer es una enfermedad grave, también puede llevarse con normalidad.

El tiempo y conocimiento son las armas más eficaces contra el cáncer. Los especialistas quieren hacer que el cáncer sea una enfermedad que, aunque grave, no provoque el número de muertes que supone hoy. Para ello, se proponen evitar el estigma de la enfermedad.

Éstas son las opiniones de tres expertos:

Ramón Colomer, presidente de la SEOM: “Ya no tratamos a una población con cáncer, sino a una persona con cáncer”

Emilio Lara, vicepresidente de la SEOM: “Derrotar al cáncer no es una cuestión sólo de los oncólogos”

Antonio González Martín, miembro de la Junta Directiva de la SEOM: “El cáncer es una enfermedad más”

Un año de investigación en España

Cáncer es un término genérico empleado para un grupo de más de 100 enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo, que en la actualidad son la principal causa de mortalidad en el mundo. En 2007, se le atribuyen 7,9 millones de defunciones ocurridas (aproximadamente el 13% de las muertes mundiales).

Los expertos recalcan que la falta de información es uno de los enemigos para afrontar con optimismo la enfermedad. Para cambiar el estigma negativo tan arraigado en la sociedad, SINC muestra las últimas investigaciones que se han desarrollado desde las instituciones españolas más especializadas, centradas en el diagnóstico y tratamiento del cáncer.

1. Aplican las matemáticas a la detección computerizada del cáncer de mama:

En muchas aplicaciones biomédicas, el interés reside en la capacidad de distinguir entre dos posibles estados de una respuesta dada en función de los valores de determinados predictores continuos. Si el número de predictores (P) es elevado o si existe redundancia entre ellos, entonces es importante decidir sobre la selección del mejor subconjunto de predictores que serían capaces de obtener los modelos con la mayor capacidad de discriminación.

Teniendo esto por objetivo, en esta investigación se consideraron los modelos aditivos generalizados logísticos y se aplicaron curvas características operativas del receptor (ROC) con el fin de determinar y comparar la capacidad discriminatoria de dichos modelos. Este estudio tenía como finalidad desarrollar pruebas de re-muestreo con reemplazo (bootstrap) que permitan determinar lo siguiente: (a) el número óptimo q ≤ p de predictores y (b) el modelo o modelos que incluyen q predictores que representan el AUC (área bajo la curva ROC) más grande.

Se realizó un estudio de simulación para verificar el comportamiento de estas pruebas. Por último, el método propuesto se aplicó a un sistema de diagnóstico asistido por ordenador diseñado para la detección precoz del cáncer de mama.

2. Las mujeres con cáncer de mama sufren más situaciones estresantes antes del diagnóstico:

En dos grupos de mujeres se realizó una evaluación de aspectos psicológicos considerados de interés para el bienestar personal. La muestra estaba constituida por 118 mujeres, 58 diagnosticados de cáncer de mama y 60 mujeres sanas, de edades y circunstancias personales similares.

Los objetivos del estudio fueron: a) explorar la existencia de situaciones estresantes en los antecedentes personales de las mujeres y su grado de malestar subjetivo y b) determinar si hay o no un estilo de evitación emocional en el grupo de mujeres con cáncer de mama.

Los instrumentos de evaluación utilizados en el estudio fueron el cuestionario de formas de afrontamiento (CEA), el inventario de cinco factores NEO-PI-R y el inventario rasgo-estado de ira (STAXI).

Los resultados mostraron más situaciones estresantes en los últimos dos años en el grupo de mujeres con cáncer de mama y encontraron diferencias significativas en el grado de malestar actual. También tuvieron una puntuación más alta en las variables actuales de ira, resignación y neuroticismo.

3. El perímetro de la cintura es otro factor importante para evaluar el riesgo de muerte:

Los estudios realizados previamente se han basado fundamentalmente en el índice de masa corporal (IMC, el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros) para evaluar la asociación entre la adiposidad y el riesgo de muerte, pero sólo unos pocos han examinado si la distribución de la grasa corporal contribuye a la predicción de muerte.

Se examinó la asociación entre IMC, perímetro de la cintura y relación cintura-cadera con el riesgo de muerte entre 359.387 participantes de nueve países dentro del Estudio Prospectivo Europeo sobre Cáncer y Nutrición (EPIC).

Fue utilizado un análisis de regresión Cox, con la edad y el tiempo como variable, y se estratificaron los modelos de acuerdo con el centro del estudio y la edad del reclutamiento, ajustando además por nivel educativo, tabaquismo, consumo de alcohol, actividad física y talla.

Durante una media de seguimiento de 9,7 años, 14.723 participantes murieron. Los riesgos más bajos de muerte asociada al IMC se observaron para un IMC de 25,3 en hombres y 24,3 en mujeres. Tras el ajuste por IMC, el perímetro de la circunferencia y la relación cintura-cadera estaban fuertemente asociados al riesgo de muerte.

Los riesgos relativos entre hombres y mujeres en el quintil más alto de perímetro de la cintura eran 2,05 (intervalo de confianza [IC], del 95% 1,80 a 2,33) y 1,78 (IC 95%, 1,56 a 2,04), respectivamente y en el quintil más alto de relación cintura-cadera, los riesgos relativos eran 1,68 (IC 95%, 1,53 a 1.84) y 1,51 (IC 95%, 1,37 a 1,66), respectivamente. El IMC permaneció significativamente asociado al riesgo de muerte en los modelos que incluían el perímetro de la cintura o la relación cintura-cadera (P<0,001).

Estos datos sugieren que tanto la adiposidad general como la adiposidad abdominal están asociadas al riesgo de muerte y respaldan el uso del perímetro de la cintura o la relación cintura-cadera además del IMC para evaluar el riesgo de muerte.

4. El riesgo de cáncer de mama aumenta con la ingesta de grasas saturadas:

Los estudios epidemiológicos han arrojado resultados contradictorios en cuanto a la asociación entre la grasa de la dieta y el cáncer de mama. El objetivo fue investigar la asociación entre consumo de grasa y el cáncer de mama.

Los investigadores analizaron el consumo de grasa en una cohorte numerosa (n = 319.826), geográficamente y culturalmente heterogénea, de mujeres europeas reclutadas en el Estudio Prospectivo Europeo sobre Cáncer y Nutrición y que cumplimentaron un cuestionario sobre hábitos dietéticos.

Después de una media de 8,8 años de seguimiento, 7.119 mujeres desarrollaron cáncer de mama. Se utilizaron modelos de riesgos proporcionales Cox, estratificados por edad y centro, y ajustados por ingesta energética y factores de confusión, para estimar los riesgos relativos (RR) del cáncer de mama.

Se ha encontrado una asociación entre la ingesta de grasas muy saturadas y un aumento del riesgo de cáncer de mama [HR = 1,13 (IC 95%: 1,00, 1,27; P para la tendencia = 0,038) para el quintil más alto de ingesta de grasas saturadas en comparación con el quintil más bajo: 1,02 (1,00, 1,04) para un aumento del 20% en el consumo de grasas saturadas (variable continua)].

No se observó ninguna asociación significativa entre el cáncer de mama y las grasas totales, monoinsaturadas o poliinsaturadas, aunque existían tendencias hacia una asociación directa de riesgo con las grasas monoinsaturadas y una asociación inversa con las grasas poliinsaturadas.

En mujeres menopáusicas, la asociación positiva con las grasas saturadas se limitaba a las no usuarias inicialmente de un tratamiento hormonal [1,21 (0,99, 1,48) para el quintil más alto en comparación con el quintil más bajo; P para la tendencia = 0,044 y 1,03 (1,00, 1,07) para un aumento del 20% en el consumo de grasas saturadas como variable continua].

Los datos indican la existencia de una débil asociación positiva entre la ingesta de grasas saturadas y el riesgo de cáncer de mama. Esta asociación era más pronunciada en mujeres posmenopáusicas que nunca habían usado tratamiento hormonal.

5. El soporte nutricional es eficaz para evitar la malnutrición en los pacientes oncológicos:

El cáncer y los tratamientos oncológicos causan síntomas que aumentan el riesgo de sufrir malnutrición en los pacientes. La malnutrición produce un deterioro en el estado de salud del paciente, ya que aumenta el número de complicaciones, disminuye la tolerancia al tratamiento oncológico y disminuye a su vez la calidad de vida de éste.

Por este motivo, un grupo de profesionales sanitarios de diferentes puntos de España se reunieron con el apoyo de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada (SENBA) para mejorar la intervención nutricional en pacientes oncológicos.

Este grupo multidisciplinar elaboró un protocolo de evaluación y de intervención nutricional en forma de algoritmos basados en la literatura y en la experiencia personal. Se clasifican los pacientes en un proceso de tres etapas: 1. Por el tipo de tratamiento oncológico (curativo o paliativo); 2. Por el riesgo nutricional de la terapia antineoplásica (bajo, mediano, o alto riesgo), y 3. De acuerdo a la Valoración Global Subjetiva-Generada por el paciente (VGS-gp).

Los pacientes son clasificados en: A. Pacientes con estado nutricional adecuado, B. Pacientes con malnutrición o con riesgo de malnutrición y C. Pacientes con malnutrición severa. El protocolo se ha utilizado durante un año en 226 pacientes mayores de 18 años de ambos sexos, escogidos al azar, que estaban siendo tratados en las consultas externas de Radioterapia Oncológica y Oncología Médica.

Más de la mitad de los pacientes sufrían malnutrición (64%), llegando hasta un 81% en los pacientes con tratamiento paliativo. La mayoría de los pacientes recibía tratamiento de intención curativa (83%) y tratamiento oncológico de intensidad moderada o de alto riesgo nutricional (69%). Un 68% de los pacientes sufría algún tipo de dificultad en la alimentación.

La media en el porcentaje de pérdida de peso fue del 6,64% ± 0,87 (mín 0, máx 33%). El 32% de la población presentó cifras de albúmina entre 3 y 3,5 g/dl, existiendo una correlación negativa entre ésta y las dificultades con la alimentación (p = 0,001).

El índice de masa corporal (IMC) no fue un parámetro significativo para detectar malnutrición (sólo un 10% se encontraba por debajo de 19,9 kg/m2), pero presentó una tendencia lineal significativa con las dificultades en la alimentación, de forma tal que los pacientes presentaban menos dificultades a medida que aumentaba el IMC (p = 0,001).

Más de la mitad de la población requirió consejo dietético para el control de los síntomas que dificultaban la ingesta. Una tercera parte necesitó suplementos nutricionales. Tras la intervención nutricional, aproximadamente el 60% de los pacientes mantuvo su peso, mientras que se observó un aumento del mismo en una sexta parte de la población.

La aplicación de este protocolo es útil, sencilla y podría facilitar la detección de malnutrición en los pacientes oncológicos, permitiendo seleccionar a los pacientes que realmente se podrían beneficiar de una intervención nutricional específica. El protocolo debería aplicarse si fuera posible en el momento del diagnóstico de la enfermedad. El soporte nutricional ha demostrado ser eficaz en la mayoría de los pacientes.

6. El perfil del cáncer podría mejorar mediante un mayor acceso a las tecnologías de atención sanitaria:

El objetivo de este trabajo fue evaluar las desigualdades socioeconómicas y de género en la mortalidad por cáncer de pulmón en dos ciudades importantes de Europa y Sudamérica. Los datos oficiales sobre mortalidad y población han permitido la estimación de las tasas de mortalidad específicas por sexo y edad para Barcelona, España y Sao Paulo, Brasil entre 1995 y 2003.

Las tendencias y porcentajes de mortalidad se evaluaron independientemente para cada ciudad y se compararon posteriormente. El cálculo de los cocientes de las frecuencias mediante análisis de regresión de Poisson, tenían como objetivo demostrar las hipótesis de asociación entre el resultado y las covariables socioeconómicas (índice de desarrollo humano, desempleo y escolarización) a nivel del área del centro de la ciudad.

Barcelona presentaba una mortalidad mayor en hombres (76.9/100000 habitantes) que Sao Paulo (38.2/100 000 habitantes), aunque las frecuencias disminuían respecto a las primeras (-2%/año) y se equilibraban posteriormente. La mortalidad en mujeres era similar (9,1 para Barcelona, 11,5 para Sao Paulo), con una tendencia creciente para las mujeres con edades entre 35 y 64 años (+ 7,7%/año en Barcelona y + 2,4%/año en Sao Paulo).

El gradiente socioeconómico de la mortalidad en hombres era negativo para Barcelona y positivo para Sao Paulo; para mujeres, el gradiente socioeconómico era positivo en ambas ciudades. Los gradientes negativos indican que las áreas deprimidas sufren una mayor carga de enfermedad; los gradientes positivos sugieren que los estilos de vida proclives al tabaquismo podrían haber sido más prevalentes en áreas de mayor afluencia durante las últimas décadas.

Las desigualdades socioeconómicas y de género en la mortalidad por cáncer de pulmón refuerzan la hipótesis de que el perfil epidemiológico del cáncer podría mejorarse mediante un acceso ampliado a las tecnologías de atención sanitaria y prevención actualmente existentes. La vigilancia continuada de las desigualdades sanitarias podría contribuir a promover simultáneamente el bienestar y la justicia social.

7. Uso de antibióticos y riesgo de cáncer de pulmón:

El uso de antibióticos se ha asociado a un aumento del riesgo de cáncer en estudios epidemiológicos. Los investigadores han evaluado la asociación entre el uso de antibióticos y el riesgo de cáncer de pulmón primario realizando un estudio caso-control prospectivo anidado en una cohorte de sujetos con una edad comprendida entre los 40 y los 84 años de edad desde 1995 hasta 2004, con al menos 2 años de inclusión en la base de datos The Health Improvement Network.

Había 4.336 casos de cáncer de pulmón primario. Se emparejó una muestra aleatoria de 10.000 controles por frecuencia a los casos por edad, sexo y año natural del diagnóstico. La exposición a antibióticos se midió por el número total de prescripciones de antibióticos y el número acumulado de días de antibióticos desde la inclusión. Se descontó la exposición de 1 año antes de la fecha de diagnóstico del cáncer. Se estimaron los riesgos relativos (RR) y los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) utilizando la regresión logística condicional. En el modelo se introdujeron el tabaco, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las infecciones respiratorias, el índice de masa corporal y la utilización de asistencia sanitaria.

Comparado con los sujetos a los que no se había prescrito antibióticos antes de la fecha de indexación, el RR bruto de cáncer de pulmón era 2,52 (IC 95%, 2,25-2,83) entre los que habían recibido 10 o más prescripciones. El correspondiente RR era 1,31 (IC 95%, 1,10-1,57) cuando se ajustaba por factores de confusión. Se utilizaron gráficos acíclicos dirigidos para ilustrar que el mayor riesgo observado de cáncer de pulmón entre los usuarios de antibióticos podía ser debido al aumento de la frecuencia de infecciones en pacientes con cáncer subclínico y a causas compartidas entre cáncer e infecciones. La evidencia actual es insuficiente para apoyar o refutar un efecto carcinogénico de los antibióticos.

8. Entre las fumadoras actuales, el riesgo de infección por PVH aumenta con la intensidad del hábito:

El consumo habitual de tabaco aumenta el riesgo de carcinoma de células escamosas del cuello de útero, aunque no está claro si el tabaco aumenta el riesgo de adquisición o de persistencia de la infección por el papilomavirus humano (PVH).

Los investigadores recogieron información sobre el tabaquismo de 10 áreas de cuatro continentes entre muestras de base poblacional, estratificadas aleatoriamente por edad, de mujeres de 15 años en adelante. El ensayo del PVH se realizó utilizando un inmuno-ensayo enzimático con PCR. Se utilizó la logística no condicionada para estimar los odds ratio (OR) y los correspondientes intervalos de confianza (IC) al 95% de ser PVH positivo debido al tabaquismo, ajustado por edad y número de parejas sexuales a lo largo de la vida.

Se incluyeron diez mil quinientas setenta y siete mujeres (edad media 41,4 años). Entre las fumadores actuales, el riesgo de ser PVH positivo aumentaba con la intensidad del hábito de tabaquismo, seguido de número de parejas sexuales a lo largo de la vida: OR para <5, 5-14 y ≥ 15 cigarrillos al día fueron 1,21 (IC 95% 0,95-1,54), 1,39 (IC 95% 1,04-1,87) y 2,01 (IC 95% 1,32-3,08), respectivamente, en comparación con las mujeres que nunca habían fumado. El riesgo entre las que habían fumado en el pasado (OR = 0,95, IC 95% 0,73-1,23) era similar al de las que nunca habían fumado. Los análisis estratificados por número de parejas sexuales a lo largo de la vida mostraban una tendencia significativa en el riesgo sólo de las mujeres con una pareja sexual a lo largo de la vida.

El estudio sugiere que el consumo de tabaco actual, aunque no en el pasado, está asociado a una mayor prevalencia de PVH después de haber contemplado las co-variables sexuales. Entre las fumadoras actuales, la prevalencia de PVH aumentaba con el número de cigarrillos, aunque una relación clara entre dosis y respuesta sólo se observó exclusivamente entras las mujeres que habían declarado una pareja sexual a lo largo de la vida.

9. Se registran las claves de la aparición de tumores después de un trasplante cardíaco:

El Registro Español de Tumores Postrasplante Cardíaco incluye los datos de neoplasias (un crecimiento anormal y descontrolado de un tejido) ocurridas tras un trasplante cardíaco (TC) de todos los pacientes españoles sometidos a esta cirugía entre 1984 y 2003. Este análisis retrospectivo de 3.393 pacientes investigó la incidencia y pronóstico de neoplasia y la influencia de la profilaxis antiviral.

Aproximadamente el 50% de las neoplasias post-TC eran cutáneas y el 10% eran linfomas. La incidencia acumulada de cánceres de piel y de otros cánceres que no eran linfomas aumentaba con la edad en la que se realizó el trasplante y con el tiempo transcurrido desde éste (desde 5,2 y 8,9 por 1.000 persona-años en el primer año hasta 14,8 y 12,6 después de 10 años, respectivamente). La incidencia fue mayor entre los hombres que entre las mujeres.

Ninguna de estas tendencias era aplicable a los linfomas. Un tratamiento de inducción distinto al tratamiento con bloqueantes IL2R, generalmente aumenta el riesgo de neoplasia, salvo cuando el aciclovir se administra profilácticamente durante los tres primeros meses tras el TC. El aciclovir administrado profilácticamente redujo a la mitad el riesgo de linfoma, independientemente de otros tratamientos.

La instauración de MMF durante los 3 meses tras el TC redujo la incidencia de cáncer de piel independientemente de los efectos del sexo, grupo de edad, tabaquismo antes del TC, uso de tacrolimus durante los 3 primeros meses, tratamiento de inducción y tratamiento antiviral. Las tasas de supervivencia a los cinco años tras el primer diagnóstico del tumor fueron del 74% para el cáncer de piel, 20% para el linfoma y 32% para otros tumores.

10. Evolución espacio-temporal de la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres:

La Comunidad Valenciana (CV) es una región turística de la costa española del Mediterráneo con una alta tasa de migración de jubilados. El cáncer de pulmón en las mujeres es la causa de mortalidad por cáncer que más ha aumentado en la CV durante el período de 1991 a 2000. La distribución geográfica del riesgo de este tipo de cáncer en la CV ya había sido previamente analizada, no observándose ningún patrón homogéneo. El presente trabajo estudia la distribución espacio-temporal de la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres de la CV durante el período 1987-2004 con el fin de determinar los factores, como la migración, que han podido tener una influencia sobre estos cambios.

En este trabajo se utilizó una metodología novedosa consistente en un modelo jerárquico bayesiano. Un modelo de este tipo permite manejar los datos con una desagregación muy elevada, aprovechando al mismo tiempo su estructura espacial y temporal.

El patrón espacio-temporal observado apunta a diferencias geográficas en las tendencias temporales de riesgo. En efecto, la zona costera del sur de la CV presentaba el mayor aumento del riesgo, coincidente con el asentamiento de una extensa comunidad de extranjeros en esa área, constituida principalmente por personas mayores procedentes de la Unión Europea.

La migración ha sido frecuentemente ignorada como un factor de riesgo en la descripción del riesgo geográfico de cáncer de pulmón. Sería conveniente tener en cuenta este factor, especialmente en las regiones turísticas. El componente temporal en la elaboración del mapa de la enfermedad ofrece una descripción más adecuada de los factores de riesgo que afectan a la población.

11. El consumo de marisco: un gran factor de riesgo para el cáncer colorrectal:

En las últimas décadas se han llevado a cabo diversos esfuerzos para reducir la incidencia del cáncer en la Unión Europea. Así, los programas de prevención contra el cáncer han obtenido resultados satisfactorios excepto para el cáncer colorrectal (CCR). La identificación de factores de riesgo es primordial para planificar las estrategias preventivas del CCR. Existe la hipótesis de que el consumo de marisco está incrementando la incidencia del CCR.

Las toxinas DSP, presentes en algunos productos del mar, parecen comportarse como agentes del tumor. No hay estudios relevantes sobre el verdadero riesgo para la salud del consumo de toxinas DSP, sólo alguna evidencia experimental y ecológica. Las intervenciones preventivas para reducir el CCR deberían acometerse mediante la colaboración los sectores gubernamentales de las áreas de salud y de medioambiente, como una única agencia reguladora.

A veces, el marisco acumula toxinas venenosas de marisco diarreicas (DSP) (por ejemplo: el ácido ocadaico y sus derivados) que provocan enfermedades gastrointestinales (síndrome DSP). Además, las toxinas DSP estimulan los tumores que pueden incrementar el riesgo de CCR.

La actual regulación sobre el nivel de toxinas DSP en la carne del marisco sólo se centra en la reducción de los síntomas gastrointestinales. Desafortunadamente, los niveles legales de las toxinas DSP en el marisco son suficientes para incrementar el riesgo de CCR.

12. Efecto de la edad en el melanoma de piel en España entre 1975 y 2004:

La estadística reciente del análisis de la mortalidad revela que las tasas del melanoma de piel están descendiendo en las series más jóvenes. El objetivo de este estudio fue ofrecer una información actualizada sobre la enfermedad, así como analizar los cambios recientes en las tendencias de la tasa de mortalidad por el melanoma de piel en España durante el período de 1975-2004, utilizando para ello modelos de regresión joinpoint y de período-edad-cohorte.

Así, entre 1975 y 2004 las tasas de mortalidad totales y estandarizadas por edad a debido al melanoma de piel aumentaron de 0,3 a 1,3 por 100.000 años-persona en hombres, y de 0,2 a 0,8 por 100.000 años-persona en mujeres, con un porcentaje anual estimado de cambio del 4,8 y el 4,3 %, respectivamente. En hombres y mujeres, el mejor ajuste se dio en el modelo completo que consideraba de forma simultánea los efectos por edad, período y serie.

Los riesgos entre hombres y mujeres aumentaron en cada serie de nacimiento sucesiva nacida entre 1895 y 1950. A partir de entonces, se observa que los riesgos disminuyeron hasta la serie de nacimiento más reciente, que son los nacidos en 1970.

El examen de las tendencias de mortalidad por categoría de edad y serie de nacimiento revelaron también que las recientes tasas de mortalidad de melanoma de piel adaptadas en España, que crecen en el caso de los hombres y se estabilizan menos rápidamente en mujeres, fueron consecuencia de que la mortalidad disminuye en las categorías de edad más jóvenes y en las series de nacimiento más recientes.

Las tendencias favorables, en particular de la gente joven, sugieren que es probable que se desarrolle una decadencia adicional en la mortalidad del melanoma de piel en España dentro de pocos años.

13. Polución del aire y riesgo de cáncer de vejiga urinaria en un estudio de casos y controles en España:

La polución el aire se ha asociado con un aumento del riesgo de cáncer de pulmón. Nosotros examinamos si la polución del aire a largo plazo está asociada con riesgo de cáncer de vejiga.

Se utilizó información procedente de un estudio de casos y controles en España que incluyó 1219 casos y 1271 controles de hospital. La información sobre el historial residencial incluyó varios indicadores de exposición a aire contaminado y otros posibles factores de riesgo que se obtuvieron en una entrevista personal computerizada presencial. Los cocientes de posibilidades (odds ratios, OR) y los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) se ajustaron con respecto a edad, sexo, región, tabaquismo, ocupación y contaminantes del agua y de la dieta.

Vivir más de 40 años en una ciudad con una población de más de 100000 habitantes se asoció con un aumento del riesgo global de cáncer de vejiga (OR 1,30, IC 95% 1,04 a 1,63). Tal y como evaluaron los expertos, las emisiones de hidrocarburos aromáticos policíclicos y diesel por parte de las industrias cercanas a la residencia se asociaron con un aumento del riesgo (OR 1,29, IC 95% 0,85 a 1,98), mientras que se observó un riesgo menor o una falta de aumento del riesgo para otras variables relacionadas con la polución. El cociente de probabilidades entre los individuos que nunca habían fumado tendió a ser mayor que entre los fumadores.

Las asociaciones positivas de pequeñas a moderadas encontradas para varios índices de contaminación del aire y el cáncer de vejiga, aunque sugieren un mayor riesgo, precisan de investigación adicional en otros entornos.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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