Debatirán propuestas innovadoras de cambio

¿Podemos hacer nuestra calidad de vida sostenible?

Vivimos tiempos de dificultades e incertidumbres sobre el futuro en los que el modelo que ha caracterizado nuestra economía durante las últimas décadas muestra signos de agotamiento. Este modelo, basado en el empuje tecnológico como motor de la innovación, en la innovación como estímulo del consumo y en el consumo como fundamento de un crecimiento económico suficiente para generar trabajo y salarios que hagan posible que los ciudadanos adquieran bienes y servicios para mantener o mejorar su calidad de vida, está en crisis.

Quien se expresa con esta contundencia es el director del Instituto de Biomecánica de Valencia, Pedro Vera. Esta entidad, conjuntamente con la Asociación CVIDA ha movilizado a un grupo de notables de la Comunidad Valenciana para dinamizar el I Foro sobre Innovación, Economía y Calidad de Vida.

Para Pedro Vera, "vivimos una crisis frente a la que la Comunidad Valenciana ha tenido una capacidad baja de reacción y adaptación, ya que se ha mantenido una relativa pasividad dada la situación de aparente prosperidad derivada del crecimiento de sectores como la construcción y de los directa e indirectamente relacionados con él. Por este motivo, cuando en 2008 se hizo patente el cambio de tendencia económica, nuestra capacidad de reacción y adaptación fue baja, agravada por el grado de endeudamiento público alcanzado y, por tanto, de la limitada capacidad de inversión”.

Además, esta situación se plantea en un contexto donde, junto a los retos que debemos afrontar a corto plazo, hemos de prepararnos para acometer otros más graves que se manifestarán a medio plazo con toda su crudeza. “Estamos hablando de los costes que requerirá la atención sociosanitaria debidos al envejecimiento de la población; los efectos del cambio climático en nuestros hábitos de vida y consumo; la posición tecnológica que están alcanzando las economías emergentes, reduciendo drásticamente el valor diferencial que la tecnología ha aportado a los países desarrollados; o los desequilibrios sociales provocados por la globalización y su efecto sobre el empleo y la progresiva desaparición de las clases medias”.

Para hacer frente a estos retos en la Comunidad Valenciana resulta necesario encontrar respuestas distintas de las dadas hasta la fecha, que han estado basadas en el crecimiento del consumo. Buscar oportunidades ante esta profunda crisis puede y debe entenderse también como un revulsivo, como una oportunidad para orientar la innovación y construir una economía “desde una perspectiva distinta, desde un enfoque que permita el desarrollo de las personas y garantice su calidad de vida como miembros de una sociedad avanzada, además de ambiental y económicamente sostenible”.

De aquí a noviembre de 2010 Valencia se movilizará para buscar nuevas alternativas para un nuevo modelo de innovación que pueda garantizar el mantenimiento de nuestra calidad de vida de una manera sostenible.

Fuente: Instituto de Biomecánica de Valencia
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