“La vacuna parece que se producirá y será importante para abrir el camino, pero será necesarias vacunas de tercera o cuarta generación que sean efectivas”, explica Feachem.
Presentación del mapa hoy en Londres.
Investigadores del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM) han participado en un estudio que analiza los trastornos mentales y físicos que se producen con más frecuencia y representan días de baja en la actividad diaria habitual. El trabajo se ha realizado en 24 países, entre ellos España, dentro de la Encuesta Mundial de Salud Mental de la OMS, la iniciativa de investigación internacional más grande para una evaluación completa de la epidemiología de los trastornos mentales.
Investigadores del Instituto de Salud Carlos III han elaborado el primer test de diagnóstico español para determinar el tropismo del VIH, que sirve para pronosticar la evolución de la enfermedad y determinar los pacientes sensibles a una nueva familia de fármacos, los antagonistas del receptor CCR5. Hasta ahora, el único test comercial pertenecía a una empresa estadounidense, lo que requería el envío de las muestras para su estudio.
¿Qué pueden hacer los países en vías de desarrollo para cambiar la historia epidémica del sida en las próximas décadas? ¿Cuánto costará prevenir nuevas infecciones y ampliar el acceso al tratamiento? ¿Qué países desarrollarán sus propias iniciativas y cuáles dependerán de la ayuda internacional? Las respuestas a estas incógnitas, publicadas esta semana en la revista The Lancet, no parecen optimistas para los países con menores recursos económicos y más carga de la enfermedad.
Un equipo liderado por el Instituto de Biología Molecular de Barcelona (CSIC) ha detectado una nueva diana terapéutica frente a los virus de tipo herpes, como el citomegalovirus, causantes de graves enfermedades en humanos. Se trata de una proteína, similar a la integrasa del virus delsida, que podría ser atacada por los mismos fármacos que seutilizan contra esta enfermedad.
En contraposición a algunos trabajos previos, esta investigación ha documentado que el riesgo de deterioro de facultades intelectivas y la demencia no disminuye entre los consumidores de cantidades moderadas de alcohol, vino principalmente.