Un estudio de la Universidad de Los Ángeles (EE UU) revela que una sustancia química derivada de la raíz del Astragalus, utilizado con frecuencia en la medicina herbal china, puede mantener la capacidad de división de las células inmunitarias evitando el acortamiento progresivo de los telómeros. Esto podría convertirla en un arma en la lucha contra el VIH al conservar la capacidad de estas células en la lucha contra la enfermedad.
El Centro de Investigação em Saúde de Manhiça (CISM) de Mozambique, vinculado al Centro de Investigación en salud Internacional (CRESIB, Hospital Clínic-Universitat de Barcelona), y codirigido por Pedro L. Alonso y Clara Menéndez, es uno de los cuatro centros africanos premiados por la Fundación Príncipe de Asturias. Con este galardón se reconoce la labor de estos centros y sus investigadores en la lucha contra la malaria a través de la investigación, la asistencia médica y la docencia.
Gracias a este sistema de colaboración nuestro país cuenta con la mayor cohorte de pacientes infectados por VIH de su historia, y puede presumir de estar a la altura de países como Francia, Suiza o Estados Unidos.
Aunque la malaria provocada por Plasmodium vivax es raramente mortal, esta enfermedad supone una terrible carga para la salud y la economía de los países que la sufren. La investigación de esta forma de malaria requiere grandes dosis de voluntad política y esfuerzo científico, pues se ha tendido a subestimar su importancia. El genoma de este parásito aporta datos relevantes para futuras investigaciones. El descubrimiento de familias de genes exclusivas y lo que parecen nuevos caminos de invasión para penetrar en los glóbulos rojos abren también algunos interrogantes. El CRESIB es el único centro español que participa en la publicación de este estudio.
Los productos químicos utilizados en el medio ambiente para matar a las bacterias las podrían estar volviendo más resistentes, según un artículo publicado en el número de octubre de la revista Microbiology. Concentraciones reducidas de estos productos químicos, denominado biocidas, pueden hacer que la bacteria Staphylococcus aureus elimine las sustancias químicas tóxicas de la célula de una forma todavía más eficaz, lo que la puede hacer resistente a la muerte causada por algunos antibióticos.
A pesar de que no se ha producido la pandemia mundial de gripe aviaria que algunos científicos habían pronosticado hace pocos años, los expertos no descartan aún que el virus pueda mutar para adaptarse al hombre y transmitirse de persona a persona, aunque lo más probable es que si esto se produce el propio virus se debilite en el proceso. Así lo han explicado hoy varios expertos internacionales en Salamanca, donde ha comenzado el II Encuentro en Enfermedades Infecciosas, una cita en la que los especialistas analizarán los sistemas de vigilancia epidemiológica que en todo el mundo permiten combatir estas patologías.
En la imagen, muestras de tejido incrustadas en parafina de Kinhasa.
El Ministerio de Sanidad y Consumo aconseja la vacunación frente a la gripe a los mayores de 65 años, personal sanitario y otros grupos de riesgo para prevenir la enfermedad y evitar complicaciones más graves. El tratamiento de la gripe se basa en incrementar el reposo, beber agua y zumos en abundancia y tomar antitérmicos (siempre que no tengan contraindicaciones).
Tras haberse realizado las pruebas analíticas correspondientes, el Hospital de Alcorcón (Madrid) ha confirmado el tercer caso de la variante humana de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob en la Comunidad de Castilla y León y el cuarto que se produce en España. Según las administraciones, este suceso no tiene consecuencias epidemiológicas, es decir, no pone en riesgo la salud de los ciudadanos.
Un estudio, financiado con fondos públicos comunitarios, ha confirmado que existe una asociación entre el consumo habitual de paracetamol y el asma en adultos europeos.