Un equipo del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC emplea solo un componente viral, la proteína S, y no el virus SARS-CoV-2 completo como estrategia para llegar a una vacuna. Estas investigaciones se basan en años de experiencia en el desarrollo de vacunas frente a enfermedades como el VIH, el ébola, el zika o el chikungunya.
En hospitales de la red pública española se prueban ya fármacos aprobados para otros usos contra el coronavirus. Un equipo del CSIC trabaja sin descanso para desarrollar una vacuna, tras la que hay dos décadas de investigación. Grandes potencias como EE UU y China han anunciado ensayos con nuevas vacunas en una carrera mundial para vencer a la COVID-19.
El 85 % de los pacientes críticos con COVID-19 presentan linfopenia, es decir, un número bajo de las células de defensa, que se asocia a una neumonía grave. Ahora, un estudio español propone utilizar esto como marcador para predecir qué casos serán más graves y poder usar de manera más eficiente las UCIS.
Los últimos estudios indican que los casos más graves de COVID-19 se deben a una respuesta excesiva del sistema inmunitario. Investigar el despliegue de este ejército celular en cada fase de la infección puede ayudar a hacer pronósticos y tomar decisiones. En hospitales españoles ya se usa una molécula para determinar en quiénes puede ser efectivo un fármaco que frenaría la progresión de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recordado que nadie es invencible ante la COVID-19. En España, una de cada cinco personas infectadas tiene entre 20 y 39 años. Profesionales sanitarios de hospitales españoles confirman a SINC que hay un pequeño porcentaje de pacientes jóvenes que desarrollan neumonías severas por SARS-CoV-2, incluso de forma súbita.
Según los datos que publica el Ministerio de Sanidad, la mayoría de los decesos por COVID-19 se produjeron en mayores de 79 años. Esto coincide con los datos de China e Italia que revelaron que la letalidad aumenta con la edad.
Es imposible hacer test a una población completa todos los días, pero lo que sí podemos es extrapolar. Un ejemplo lo encontramos en Corea del Sur, donde se hizo un escrutinio no solo a los que tenían síntomas, sino a un conjunto aleatorio de habitantes que representaba a toda la ciudadanía del país. A partir de ahora, España hará algo similar.
La plataforma de investigación sobre la percepción social de la ciencia ScienceFlows lanza un proyecto donde se analizarán bulos sobre el COVID-19. En el proyecto colabora Maldita Ciencia, Salud Sin Bulos, la Asociación para proteger al enfermo de Terapias Pseudocientíficas y la Agencia SINC.
Las autoridades chinas han dado el visto bueno para que comiencen los ensayos en fase 1, en la que se prueba la seguridad en personas, de una vacuna experimental contra el COVID-19. Mientras, continúa la carrera mundial por desarrollar una solución contra esta epidemia que ha matado a más de 8.000 personas en todo el mundo.
Desde que estalló la epidemia del SARS-CoV-2, la salud y el bienestar de las personas han estado en el punto de mira pero, ¿qué ocurre con nuestros animales de compañía? A pesar de haber detectado un caso de coronavirus en un perro sin síntomas en China, por ahora no existen evidencias de que las mascotas contagien ni sean infectadas por el virus. Los expertos recuerdan, además, que el abandono nunca es la solución.