Los niños son más vulnerables a los efectos de los elementos medioambientales. Así lo indica un nuevo estudio, publicado en Neuroimage, que muestra cómo la exposición a la contaminación del aire provocada por el tráfico se asocia a cambios de naturaleza funcional del cerebro, sin efecto evidente en la anatomía y la estructura cerebral o en los metabolitos de membrana.
Las mujeres que comían pescado más de tres veces por semana cuando estaban embarazadas dieron a luz a niños con valores de índice de masa corporal superior a los 2, 4 y 6 años de edad en comparación con las mujeres que comieron menos pescado. Los resultados de este estudio se publican en la revista JAMA Pediatrics.
El 14 de febrero se celebra el Día Europeo de la Salud Sexual
Un nuevo estudio publicado en JAMA Psychiatry revela cómo las personas que sufren trastorno de ansiedad tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas, como artritis, hipertensión, diabetes o cáncer. Según la investigación, los efectos nocivos de los trastornos mentales en la salud física se acumulan durante toda la vida y su tratamiento debe incorporar también la atención a los comportamientos de salud.
La decisión de dar teta o biberón es una de las que más inquietan a las madres recientes. Una opción personal se ha convertido en objeto de un debate social donde se cruzan razones científicas con modelos de crianza y conciliación. Mientras unos acusan a las que no amamantan por privar a sus bebés de una fuente de salud y apego, otros murmuran cuando un niño con dientes baja el sostén a su madre. Hoy nadie duda de los efectos positivos de la lactancia materna; sin embargo, algunos estudios cuestionan sus propiedades protectoras a largo plazo.
La expansión del virus del Zika y su posible relación con el inusitado brote de casos de microcefalia en recién nacidos ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar un estado de emergencia internacional. Esteban Domingo (Barcelona, 1943), miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas y expresidente de la Sociedad Española de Virología, habla con Sinc sobre este patógeno ya presente en 23 países de Latinoamérica.
Según un nuevo estudio, la carga de la mortalidad cardiovascular y respiratoria del ozono podría ser mucho mayor de lo que previamente se había reconocido. La exposición a largo plazo al ozono aumenta el riesgo de morir por enfermedad pulmonar en un 12%, por enfermedad cardiovascular en un 3% y por otras causas en un 2%. Para los autores, los resultados dan una imagen más clara sobre los efectos dañinos de la contaminación del aire.