Investigadores españoles han definido hasta cuatro tipos de dolor de cabeza asociados al coronavirus y atribuidos, entre otros, a la tensión emocional o a la presión de mascarillas y pantallas de protección. Aunque la mayoría desaparecen, en algunos pacientes puede desarrollarse cefalea crónica.
Investigadores españoles utilizan el Sincrotrón ALBA para estudiar si los compuestos antitumorales logran frenar el transporte del coronavirus en el interior de las células. Si se confirmara esta acción, podría empezar a utilizarse de forma inmediata en el tratamiento de la COVID-19.
El candidato de vacuna contra la COVID-19 de la Universidad de Oxford y AstraZeneca ha demostrado seguridad y una fuerte respuesta inmunitaria en las primeras etapas de ensayos clínicos con unos 1.000 voluntarios sanos. Ahora se tendrá que probar su eficacia en los ensayos de fase III que se inician este mes con miles de personas en varios países.
El pasado mes de mayo la firma estadounidense anunció datos preliminares positivos de su candidato de vacuna contra la COVID-19. Ahora, los resultados de la fase I han sido publicados en The New England Journal of Medicine y confirman que los 45 voluntarios sanos toleraron bien la vacuna y generaron anticuerpos neutralizantes. La empresa tiene previsto empezar los ensayos de fase III este mes con unos 30.000 participantes.
La planta de Rovi Pharma, ubicada en Madrid, proporcionará capacidad de llenado y acabado de viales de la vacuna que biotecnológica estadounidense Moderna prevé comercializar para abastecer a los mercados de fuera de Estados Unidos a partir de 2021, según ha informado el Ministerio de Sanidad.
Para neutralizar el virus SARS-CoV-2, investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa proponen producir anticuerpos humanos en el laboratorio mediante dos métodos: actualizar un anticuerpo preparado para el anterior virus SARS-CoV-1 y recrear un centro germinal en placas de cultivo.
En estos momentos se están desarrollando 149 vacunas experimentales contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, según datos de la OMS. Aquí recogemos los diez proyectos que se encuentran en fases más avanzadas, encabezados por la Universidad de Oxford y la biotecnológica Moderna, en una competición llena de obstáculos con miles de científicos trabajando contra reloj.
Algunos participantes han abandonado la competición, como la hidroxicloroquina y el lopinavir/ritonavir. Unos pocos van a la cabeza en evidencias, como la dexametasona y el remdesivir, aunque no exentos de polémica. Repasamos cómo va esta maratón por lograr un tratamiento frente a los efectos del SARS-CoV-2.
La farmacéutica Gilead ha anunciado que el precio de su antiviral usado con modestos resultados para tratar la COVID-19 será de 2.083 euros por paciente, cuando el coste mínimo de producción es de 0,83 euros por dosis. El precio de los medicamentos debería ir relacionado con lo que cuesta desarrollarlos y producirlos, más un beneficio justo y razonable, sobre todo teniendo en cuenta el esfuerzo público que se ha invertido en toda la cadena de I+D.
Los miembros del ejército chino recibirán las primeras dosis de uno de los principales candidatos de vacuna contra el SARS-CoV-2. Esta vacuna está siendo desarrollada por la firma CanSino Biologics, en colaboración con la Academia de Ciencias Militares. La decisión se produce después de que los primeros ensayos clínicos “probaran su seguridad y mostraran cierta eficacia”, según ha señalado la empresa en un comunicado.