Un nuevo estudio, publicado en la revista Journal of Food, evidencia la capacidad del pimentón de la Vera para activar las enzimas encargadas de 'desintoxicar' el cuerpo. Además de sus propiedades antioxidantes, los expertos han demostrado que todos los tipos de pimentón ayudan a regular el colesterol y los triglicéridos.
Según un nuevo estudio liderado por expertos españoles, el gen no codificante PINT conecta con la proteína p53 para la regulación epigenética. La investigación señala que p53 altera la configuración del epigenoma de la célula y produce cambios en la proliferación y supervivencia celulares.
Un equipo internacional de investigadores ha identificado la información del genoma humano que regula la actividad de los genes en los islotes del páncreas humano. Los resultados demuestran que el mal funcionamiento de dichas regiones está asociado al desarrollo de la diabetes.
El investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Emiliano Bruner, establece en un trabajo recién publicado en la revista Journal of Anatomy la importancia del precúneo o precuña –una parte del cerebro en forma de cuña situada en el lóbulo parietal superior– en la organización de este órgano en humanos.
El gen MAX está inactivado genéticamente en el cáncer de pulmón de célula pequeña y su restitución reduce muy significativamente el crecimiento celular. Este nuevo hallazgo pone de manifiesto que MAX actúa como un gen supresor de tumores en uno de los tipos de cáncer pulmonar más agresivos y con peor pronóstico.
En un artículo publicado en la revista Psychoneuroendocrinology, investigadores de la Universidad de Cádiz asemejan las limitaciones cognitivas de ratones afectados por diabetes mellitus tipo 2 con las que origina el alzhéimer. Los ratones que padecen diabetes sufren daños primero en la corteza y luego el hipocampo, dos regiones cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
Investigadores del CNIO han descrito cómo las proteínas AP-1 regulan la acumulación de grasas en el hígado, característica de la enfermedad del hígado graso. La manipulación farmacológica de estas proteínas podría servir para el tratamiento de esta enfermedad en humanos.
Un trabajo liderado por el CSIC ayudará a comprender las bases moleculares del envejecimiento, el daño hepático y la supresión tumoral mediada por las hormonas tiroideas, que cumplen una función clave en la regulación del crecimiento, el desarrollo y la función cardiaca y hepática.
Hace trece años que Baldo Oliva dirige el grupo de bioinformática estructural del Programa de Investigación en Informática Biomédica, situado en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona. Este químico de 50 años, nacido en Gracia y residente en Terrassa, combina esta tarea con dar clases a los estudiantes de biología y del máster de bioinformática de la Universidad Pompeu Fabra.