La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha presentado una investigación donde se describe el papel que juega el ingrediente funcional PLX® administrado como suplemento en la recuperación de deportistas que practican pruebas de resistencia.
Da respuesta al creciente aumento de la demanda de información legislativa medioambiental en el sector agroalimentario y permite un conocimiento inmediato, exhaustivo y actualizado de la legislación, adecuada a las necesidades y perfil de cada empresa
Los efectos de la composición de la atmósfera en la patata procesada es el objeto de una tesis defendida por Ignacio Ángel Angós Iturgaiz en la Universidad Pública de Navarra. Su trabajo concluye que una atmósfera rica en dióxido de carbono (CO2) y con altas concentraciones de oxígeno (O2) mejora la calidad de la patata mínimamente procesada, ya que ralentiza los procesos de pérdida de agua y nutrientes, y su cambio de color (pardeamiento).
Investigadores del grupo de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia (UMU) han descubierto que las fitasas podrían encontrar una interesante aplicación durante el procesado de los alimentos para obtener productos con un mayor valor nutricional, beneficiosos para la salud y que mantengan intactas sus propiedades organolépticas.
Investigadores del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, un centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y del INIA, participan en el proyecto MELONOMICS de la Fundación Genoma para la secuenciación y anotación del genoma del melón.
Un equipo de investigadores del Instituto de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo (IU-IAD) de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado nuevos recubrimientos de alimentos con aceite esencial de árbol de té que permite mejorar la conservación y la calidad de los cítricos. En concreto, las primeras pruebas desarrolladas por los investigadores valencianos se han aplicado sobre naranjas, con unos resultados muy positivos.
Un equipo de científicos del Instituto de Investigación de Química Molecular Aplicada (IQMA) de la Universidad Politécnica de Valencia lidera un proyecto de investigación nacional, en el que colabora con investigadores del Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE), cuyo objetivo es desarrollar una “etiqueta inteligente” que permitirá conocer el grado de frescura de los alimentos cárnicos envasados. Mediante un indicador colorimétrico, el consumidor podrá conocer al instante el grado de deterioro del producto. En el proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, participa además la empresa Cárnicas Serrano.
Investigadores de la Unidad Alimentaria de AZTI-Tecnalia y el equipo del Restaurante Mugaritz, dirigido por el cocinero Andoni Luis Aduriz, han desarrollado una aplicación informática sobre usos y aplicaciones de agentes de textura (hidrocoloides). Esta herramienta pretende facilitar el diseño de nuevos productos o adaptar formulaciones originales alcanzando así resultados de forma más eficaz con mayor calidad.
El nuevo procedimiento, formulado por el equipo de investigación de la Universitat de València, consiste en estudiar la composición de los elementos traza de los caldos mediante espectroscopía de emisión óptica con plasma acoplado inductivamente y procesar los resultados mediante un tratamiento quimiométrico.
Analizar la calidad de la leche de un brick cualquiera no suena a nuevo; pero ¿y si se hace sin abrir el paquete de leche y en un tiempo menor que cualquier otro control? Es lo que ha conseguido CAPSA, el gigante asturiano del sector lácteo, en colaboración con el Instituto de Acústica del CSIC. Entre las ventajas de este método pionero que ha patentado la empresa no sólo reluce la rentabilidad: poder detectar antes que nunca la leche que no cumple los parámetros de calidad permite detener rápidamente su envasado, por lo que el sistema también libra al medio ambiente de la destrucción de las decenas de miles de envases que contendrían la partida de leche defectuosa.