Procesar imágenes del subsuelo para buscar petróleo, generar modelos sobre cambio climático o simular el funcionamiento cardiaco son solo algunas de las tareas encomendadas a los superordenadores del Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), uno de los ganadores del distintivo de excelencia Severo Ochoa. Mateo Valero (Alfamén-Zaragoza, 1952), el director de este centro desde su creación en 2005, explica a SINC algunos los proyectos en los que están embarcados. Los retos, gestionar mejor la ingente cantidad de datos de los supercomputadores y reducir su consumo energético.
La morfología urbana desempeña un papel esencial en el balance energético de la ciudad. Imagen: SINC.
Flujos de energia (en este caso a nivel del suelo) en un área de 1km x 1km de la Ciudad Universitaria de Madrid.
El 15 de noviembre de 1971 la compañía Intel presenta el primer microprocesador de chip.
Un mando a distancia que funciona únicamente con el movimiento de la mano ha sido desarrollado por ingenieros informáticos españoles. El dispositivo, que ya ha sido patentado, mide la presión de los dedos y el ángulo de giro de la muñeca y transmite esa información al televisor para cambiar de canal o ajustar el volumen.