El profesor japonés Sumio Iijima, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2008 junto con otros cuatro referentes mundiales en el campo de la Nanotecnología, los ingenieros Shuji Nakamura y Robert Langer y los químicos George M. Whitesides y Tobin Marks, ha hecho un alto en el camino en la Universidad de Valladolid antes de recibir el viernes día 24 el galardón en Oviedo. Iijima, que descubrió los nanotubos de carbono en 1991, ha ofrecido una conferencia en la Facultad de Ciencias en la que ha hablado sobre la estructura de este nuevo material, en torno al cual hay alrededor de un millar de científicos de todo el mundo investigando.
Investigadores del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular (CBIT) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han demostrado que una modificación en la microtopografía de los biomateriales provoca diferentes comportamientos en las células del cartílago articular y la regeneración de cartílago dañado.
La revista Science publicó la semana pasada un artículo en el que la nanotecnología, una ciencia que nació con diminutos circuitos eléctricos y materiales, se relaciona con el ADN. Preguntamos al profesor Eritja por esta conexión y el trabajo genético en la nanotecnología.
Recién llegado de Ginebra (Suiza), Álvaro de Rújula, director de la División de Física Teórica del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), ofrece hoy una conferencia en Salamanca, concretamente, en el Aula Cultural de Caja Duero, situada en la Plaza de los Bandos de la capital. Este experto es uno de los científicos españoles que participa en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, según sus siglas en inglés), para muchos, la investigación científica más importante de la historia.
Un equipo de físicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia (IMDEA-Nanociencia) ha creado el “espejo de átomos estabilizado cuánticamente”, la superficie más lisa fabricada jamás, según publica esta semana la revista Advanced Materials. La innovación ya la están utilizando en el diseño del primer microscopio de átomos del mundo.
Científicos españoles fabrican la superficie más lisa jamás creada
Bajo peso, buena capacidad de absorción de vibraciones, alta absorción acústica, gran resistencia al fuego y una elevada temperatura de fusión son las características que definen a las espumas metálicas con base de aluminio, un material celular (estructuras de dos fases en las que un gas se ha dispersado a lo largo de una fase sólida continua) sobre el que el departamento de Física de la Materia Condensada, Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Valladolid y más concretamente el grupo CellMat (Cellular Materials) lleva trabajando desde hace algunos años. Se trata de un material con un gran potencial para el sector de transporte y en particular para el de la aeronáutica, debido a su reducida densidad y elevadas propiedades respecto del aluminio sólido.
Los materiales plásticos son soporte de productos de consumo habitual pero una vez dejan de ser útiles, se convierten en residuos permanentes difíciles de eliminar del medio ambiente. El grupo de investigación CellMat (Cellular Materials, Materiales Celulares), del departamento de Física de la Materia Condensada, Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Valladolid ha lanzado una nueva línea de investigación en torno a las espumas con base bioplásticos. El objetivo es lograr materiales con mejores propiedades, entre ellas, mayor resistencia al impacto y mejor aislamiento térmico gracias al proceso de espumación, y que a la vez sean biodegradables.
Investigadores alemanes de la Universidad del Ruhr de Bochum (RUB) han descubierto el mecanismo del acoplamiento de energía en el plasma. Los científicos han desvelado el secreto del calentamiento de los electrones en los plasmas de baja temperatura, hallando la respuesta a una pregunta que ha tenido perplejos a los científicos durante décadas: porqué los electrones en particular de esos plasmas tienen una temperatura tan elevada.