Nuevas tecnologías como por ejemplo la nanobioingeniería y la funcionalización de superficies han hecho posible que los pacientes que acuden a la consulta de odontología para un implante dental puedan volver a su casa pocas horas después con los nuevos implantes y los nuevos dientes colocados, y con la posibilidad de recuperar el movimiento y la fuerza maxilares en una o dos semanas.
Una investigación conjunta de profesores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Alcalá permite estudiar las superficies de tejidos biológicos como la madera o la piel, mediante el empleo de láseres de muy baja potencia. Se trata de una técnica no invasiva, inocua y barata que dará lugar a aplicaciones industriales, como la clasificación automática de especies de madera, o médicas, como el estudio en vivo de tejidos cutáneos para detectar lesiones y cánceres.
Un grupo de investigación de Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de León realiza un estudio del comportamiento de diversos materiales en la microfabricación, un proceso por el que se obtienen piezas a escala micrométrica (una milésima parte del milímetro) que se utilizan para fabricar sensores y otras micromáquinas con aplicación en la industria aeronáutica o la Biotecnología, entre otros. Las pruebas se realizan con una de las pocas microfresadoras que se utilizan para investigación en España.
Un grupo de investigación del Departamento de Química Física Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid ha trabajado en un nuevo método para obtener nanopárticulas de magnetita con un tamaño determinado.
La espuma de aluminio es un nuevo material alrededor del cual se comenzó a investigar hace aproximadamente 15 años, sobre todo en Alemania, aunque en España tan sólo el Grupo de Materiales Celulares de la Universidad de Valladolid se dedica actualmente, y desde hace unos cinco años, a explorar sus características y propiedades, que son sobre todo mecánicas, acústicas y térmicas. La tesis que ha defendido hoy el investigador del Departamento de Física de la Materia Condensada, Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Valladolid, Eusebio Solórzano Quijano, ha venido a aportar más datos sobre la estructura celular de este material.
Un grupo investigador del departamento de Electricidad y Electrónica de la Facultad de Ciencia y Tecnología de Leioa (UPV/EHU), dirigido por el profesor Victor Etxebarria, estudia las características de varios tipos de materiales para su posterior utilización en la generación y medición de movimientos precisos en robots.
Bajo el aspecto poderoso de las grandes estructuras y obras de ingeniería, la fatiga por desgaste puede haber minado su resistencia. Una carga repetida, aunque su intensidad sea en proporción relativamente pequeña, como el tráfico sobre un puente, puede producir microfisuras. "Y éstas terminan convirtiéndose en una grieta ‘dominante’ que conduce a la rotura de la estructura. Es un fenómeno difícil de observar, y por tanto, muy peligroso”. Así resume Alfonso Fernández Canteli, catedrático de la Universidad de Oviedo, el proceso de deterioro más frecuente en los diseños y estructuras actuales.
El Instituto de Tecnología Cerámica de la Universidad Jaume I de Castellón colabora con el Max Planck Institute (Alemania) en el desarrollo de proyectos conjuntos en el ámbito de la biotecnología aplicada a nuevos usos de la cerámica.
Investigadores noruegos han desarrollado un traje para tripulantes y pasajeros de helicópteros que mantiene el cuerpo frío cuando la cabina está a alta temperatura, pero retiene el calor si el helicóptero cae al mar. El nuevo “traje de supervivencia inteligente”, como lo definen sus creadores, lo ha comenzado a utilizar el personal de algunas plataformas petrolíferas marítimas de Noruega.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han desarrollado, junto a científicos Alemania, Austria y Suecia, un método para producir nanoestructuras espontáneamente ordenadas sobre grandes extensiones de superficies sólidas. Como demostración del procedimiento se han obtenido conjuntos de nanodiscos de cobalto (Co) magnéticamente activos a temperatura ambiente. Este avance podría facilitar la producción a gran escala de medios de almacenamiento de datos - discos duros o memorias magnéticas - con una capacidad muy superior a las disponibles actualmente.