La duración de la temporada de fusión de hielo marino del Ártico crece cinco días por década, según la NASA y el NSIDC. Además, el inicio cada vez más temprano de este deshielo propicia que el océano absorba suficiente radiación solar adicional como para que en algunos lugares se derritan hasta 1,20 metros de espesor de la capa de hielo ártico.
Un mosaico de imágenes del hielo marino en la cuenca canadiense, tomada por el Sistema de Cartografía Digital IceBridge el 28 de marzo de 2014. / Digital Mapping System NASA
Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid, ha demostrado que a lo largo de los últimos 1.000 años las diferencias entre las temperaturas del hemisferio norte y el hemisferio sur han sido mayores de lo que se creía. El uso de nuevos datos ha permitido demostrar que las simulaciones de los modelos climáticos sobrestiman el acoplamiento de las variaciones climáticas que tienen lugar en ambos hemisferios, lo cual tiene implicaciones para las predicciones de carácter regional.
La radiación ultravioleta (UV) forma parte de los rayos solares y puede originar diversos efectos adversos sobre la salud humana. Es el principal factor de riesgo para la mayor parte de los cánceres de piel y además puede causar otros daños en la propia piel, en los ojos o en el sistema inmunitario.
Una investigación de la Universidad de Granada ha demostrado que los fenómenos cíclicos que afectan al medio ambiente, como los cambios en el clima, en la dinámica atmósfera-océano e incluso las perturbaciones orbitales de los planetas, existen desde hace cientos de millones de años, y pueden ser estudiados mediante el análisis de fósiles.
El Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno fue un breve intervalo de temperaturas extremadamente altas, que duró unos 200.000 años, causado por una masiva emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Un estudio de la UPV/EHU descarta la hipótesis del descenso del nivel de mar como la causa que lo desencadenó.
Un equipo de investigadores, liderado por la Universidad de Alberta, ha encontrado un diamante rico en agua procedente del manto terrestre. Esta pieza contiene un mineral denominado ringwoodita, que hasta ahora solo se había identificado en un meteorito. Según un estudio que publica la revista Nature, la presencia deeste mineralprueba la existencia de grandes volúmenes de agua en las profundidades de la Tierra.
El primer descubrimiento terrestre de ringwoodite por la Universidad de Alberta confirma la presencia de grandes cantidades de agua entre 400 y 700 km bajo la superficie de la Tierra. / Universidad de Alberta.