Mesocosmos instalados en aguas de Taliarte (Gran Canaria) cerca de las instalaciones de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN). Fotos PLOCAN.
Desde el pasado mes de enero hasta el 5 de abril, 70 científicos de 14 instituciones –tres españoles– participarán en KOSMOS 2014 GC para estudiar los impactos futuros de la acidificación en mar abierto. Se desarrollará en Gran Canaria y permitirá por primera vez analizar este fenómeno en ecosistemas pobres en nutrientes.
El investigador Manuel Santonja del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana lidera un trabajo en el que se propone una nueva interpretación estratigráfica, arqueológica y paleoambiental del yacimiento tanzano de Thiongo Korongo situado en la Garganta de Olduvai (Tanzania).
Investigadores del Instituto Geográfico Nacional han aplicado una técnica para aumentar diez veces la precisión de la localización de los terremotos precursores de la erupción del Hierro en 2011. Esta mejora ha permitido observar detalles no vistos antes y que pueden ser de gran importancia en el entendimiento del proceso magmático que a día de hoy no ha finalizado.
Predecir terremotos o avalanchas es difícil. Sin embargo, para reducir los riesgos que se derivan de estos fenómenos es de extrema importancia conocer su magnitud. Científicos de la Universidad Aalto (Finlandia), en colaboración con la Universidad de Barcelona, han determinado que dichos fenómenos tienen una forma concreta que es independiente de su magnitud.
La investigación se ha centrado en una zona declarada desde 2006 Lugar de Interés Comunitario (LIC) por la Unión Europea. Los expertos, que han identificado más de 170 especies de moluscos asociados a las praderas de Posidonia oceanica, señalan que las condiciones de la costa de Mijas y su cercanía al Estrecho, hacen de este entorno un auténtico oasis para la fauna y flora marinas.
En la imagen, una impresionante columna de humo y ceniza emerge del volcán. / Efe
El premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de cambio climático ha sido concedido en su sexta edición al biólogo estadounidense Christopher Field, director del departamento de Ecología Global de la Carnegie Institution for Science y catedrático de la Universidad de Stanford (EE UU), por descubrir la importancia de los ecosistemas y su adecuada gestión como potentes herramientas en la lucha contra el cambio climático.