Investigadores de EEUU y España han replicado con un material polimérico el cuerpo de Agrilus planipennis, un escarabajo invasor de los bosques de Norteamérica. El señuelo reproduce a escala nanométrica la textura y el verde iridiscente del caparazón de las hembras, con tanta perfección que los machos se lanzan sobre ellas como si fueran de verdad. De esta forma se los puede atrapar y reducir las poblaciones de esta plaga.