Las partículas de menos de 2,5 micras que emiten los vehículos afectan de forma negativa a la bronquiolitis, neumonía, asma y bronquitis infantil. Si se redujeran sus concentraciones a los niveles recomendados por la OMS, disminuirían los ingresos de niños con estas enfermedades en el hospital y supondría un ahorro diario de 200 euros, según un cálculo efectuado por investigadores de la Universidad de Sevilla en esa ciudad.