El estudio, en el que se han analizado los genomas de 1.100 tumores, identifica más de un centenar de nuevos genes implicados en la enfermedad. Además, define nuevos grupos de pacientes con diferente evolución que podrán guiar a los investigadores para mejorar las estrategias de diagnóstico y tratamiento.
Un nuevo estudio basado en experiencias reales asegura que las preferencias musicales de las personas con dolor crónico pueden suponer una mejoría para tratar su malestar, ya que prestan más atención si escuchan sus melodías favoritas. Por el contrario, el tempo, la energía o la complejidad de las canciones parecen influir menos en la remisión.