A los niños les encantan los perros, y lo demuestran jugando y acurrucándose sobre ellos a veces de una manera persistente que puede hartar al animal. Un nuevo estudio ha analizado por primera vez la actitud demasiado confiada de los padres y concluye que los perros, protagonistas de #Cienciaalobestia, necesitan su parcela de libertad y calma.