Cuando una persona muere, muchos de sus genes cambian de expresión y lo hacen de manera diferente para cada tejido. Un equipo internacional de científicos liderado desde Barcelona revela que estas variaciones podrían utilizarse en el análisis forense para averiguar el momento exacto de la muerte de un individuo.
Uno de los mayores desechos agrícolas del mundo, los residuos del maíz, se podrían utilizar para producir diminutos cristales de celulosa, un material más resistente que el acero. La técnica para realizar esta transformación la ha desarrollado una investigadora de la Universidad de Córdoba, junto a científicos de Francia y EE UU.
Una investigación internacional, realizada gracias a una colaboración entre Harvard y la Universidad de Granada, profundiza en las diferencias moleculares entre los síntomas más prevalentes del dolor neuropático y podría dar lugar al desarrollo de analgésicos mejores para tratarlo. Se estima que más de 500 millones de personas en el mundo padecen esta patología, una de las más incapacitantes que existen.
La reducción del pH en aguas profundas afectará en 30 años a los corales de aguas frías, que son la base de ecosistemas milenarios. Esta es una de las conclusiones de un estudio en el que participa el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (CSIC), que advierte además que la circulación de retorno meridional del Atlántico también podría exportar estas aguas profundas acidificadas hacia el sur, extendiendo aguas corrosivas al océano mundial.
La interacción débil, una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, está mediada por dos bosones: W y Z. Ahora el gigantesco detector ATLAS del gran colisionador de hadrones del CERN ha registrado la primera medida de gran precisión de la masa del bosón W. Su valor ronda los 80370 megaelectronvoltios.
Una investigación conjunta del centro de investigación vasco BCBL y el Imperial College de Londres revela que, tras un infarto cerebral, las lesiones en áreas que controlan la atención también causan problemas de motricidad. Los autores proponen complementar la fisioterapia con otro tipo de entrenamiento cognitivo, como los videojuegos.