Un estudio de la Universidad de Málaga es el primero en el que se examinan los efectos psicológicos de la interacción entre la ansiedad y el desempleo. Los datos obtenidos pueden ser utilizados para mejorar los cursos de formación dirigidos a los desempleados y fomentar una buena red de apoyo social para la búsqueda de empleo.
Un estudio realizado a estudiantes de Enfermería revela que los alumnos con más capacidades emocionales consumen menos alcohol, se alimentan mejor y se protegen más en sus relaciones sexuales. La investigación realizada en la Universidad de Oviedo recomienda desarrollar estas habilidades entre los nuevos enfermeros para que desempeñen mejor un trabajo que repercute sobre los pacientes.