El lanzador con el que Europa recupera su acceso autónomo al espacio ha despegado y puesto en órbita los satélites sin problemas, pero una anomalía ha imposibilitado desorbitar la etapa superior y destruirla en la atmósfera como estaba previsto.
Este martes está previsto el despegue del nuevo lanzador de Europa, que garantizará su acceso autónomo al espacio con todas las posibilidades que esto conlleva: científicas, como la observación de la Tierra, tecnológicas y comerciales, incluida la puesta en órbita de constelaciones de satélites.