El lanzador con el que Europa recupera su acceso autónomo al espacio ha despegado y puesto en órbita los satélites sin problemas, pero una anomalía ha imposibilitado desorbitar la etapa superior y destruirla en la atmósfera como estaba previsto.
Un estudio internacional con participación del CSIC ha demostrado que reemplazar un solo átomo en posiciones estratégicas de la secuencia genética puede revertir su dirección de rotación. Según los autores, el hallazgo podría convertirse en una importante diana terapéutica al desempeñar un papel importante en diversos procesos biológicos.