Un estudio liderado por el CSIC sostiene que la acumulación de híbridos de ADN y ARN está relacionada con la aparición de tumores. La formación de estas estructuras hace que los cromosomas se compacten y se desestabilicen. El gen BRCA2, cuya mutación aumenta el riesgo de tumores de mama y ovario, contribuye a restablecer este desequilibrio.