Un estudio en militares retirados estadounidenses revela una desproporción de contagios de las minorías raciales y étnicas, incluso cuando se ajustan variables como los problemas previos, historial de medicamentos y tipo de residencia. Los autores creen urgente desarrollar estrategias para contener el virus en estas comunidades, cuyos determinantes sociales afectan a la salud.
Al comienzo de la pandemia, los profesionales sanitarios trabajaron de forma intuitiva. Aunque ahora ya disponen de PCR y serología en atención primaria, quedan muchas lecciones por aprender. La especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Departamento de La Fe en Valencia subraya que es necesario transformar la primera línea asistencial del país, no solo para esta crisis.
La utilización generalizada de cubrebocas parece limitar la cantidad de partículas de virus que llegan a su portador, lo que podría reducir la gravedad de la enfermedad y la tasa de nuevos contagios. La idea, aún no confirmada, se basa en una técnica de profilaxis utilizada con la viruela antes del descubrimiento de las vacunas.
Una veintena de especialistas en epidemiología y salud pública reclamaron en agosto que España llevara a cabo un examen de su respuesta ante la crisis sanitaria. Ahora, publican una segunda carta en The Lancet Public Health en la que ofrecen directrices para que la iniciativa tenga éxito. Consideran indispensable el apoyo y la implicación de los gobiernos central y regionales “en un país donde las tensiones políticas son altas”.
A principios de mayo se daba a conocer la muerte de Negrito, el primer gato infectado con SARS-CoV-2 en España y que sufría una cardiomiopatía hipertrófica felina. El equipo de investigación, que publica ahora los resultados de los análisis posteriores de la necropsia, confirma que el felino sufrió una infección aparentemente asintomática y que el virus no agravó su salud ni fue causa de su muerte.
A pesar de que la población percibe que el uso del metro y el autobús conlleva un alto riesgo de contagio, las evidencias apuntan a que el peligro es bajo si se mantienen las medidas de higiene y salud. El uso de máscaras protectoras y la calidad del aire son esenciales junto con el distanciamiento físico, lo que plantea un reto: aumentar las frecuencias, sobre todo en horas punta.
Un estudio publicado por el grupo de investigación ScienceFlows, de la Universitat de València, analiza las desinformaciones compartidas en España durante el primer mes del estado de alarma. Los mensajes promovían el consumo de alimentos cotidianos para evitar y curar la infección por el nuevo coronavirus, y en muchos se hacía gala de títulos sanitarios o científicos para dar veracidad al mensaje.
Varios expertos solicitan que se regule la actividad de científicos independientes que se autoadministran productos desarrollados por ellos mismos como defensa contra el coronavirus. Argumentan que, además de conllevar riesgos, podrían erosionar la confianza en la ciencia y dar alas a los antivacunas.
Una nueva investigación liderada por Universidad de Santiago de Compostela concluye que B3a es el primer linaje del SARS-COV-2 que entró en España a través de la ciudad de Vitoria, y lo hizo en torno al 11 de febrero de 2020.
La saturación de muchos centros hospitalarios durante los primeros meses de la pandemia supuso la interrupción de pruebas programadas, consultas y cirugías. Expertos de varias sociedades médicas confirman el impacto en las personas con otras patologías, cuyo aumento de ingresos se une ahora al coronavirus.