La disminución de oxígeno en las masas de agua es un problema medioambiental en lagos y embalses de todo el mundo. Este fenómeno, que altera las condiciones de los ecosistemas acuáticos continentales, parece que está relacionado actualmente con el calentamiento global. Un equipo de científicos se ha centrado en la laguna de Montcortès, en Lleida, para determinar el origen natural o antropogénico de la variabilidad climática desde la pequeña edad de hielo hasta el siglo XXI.
Los arrecifes de todo el mundo están acorralados por el calentamiento global, según un nuevo estudio publicado en la revista Science. El trabajo, que ha medido por primera vez las tasas de blanqueamiento de corales en las últimas cuatro décadas, prueba que cada vez se repiten con más frecuencia los intervalos en los que ocurre este fenómeno.
Los niveles de dióxido de carbono en el hemisferio norte alcanzan su pico máximo en abril, antes de que las plantas se desarrollen en primavera y lo absorban. Este es uno de los datos recogidos por el Observatorio Orbital 2 del Carbono, una misión de la NASA para medir el CO2 atmosférico y que presenta ahora sus resultados, entre los que figura valiosa información para comprender mejor los efectos de El Niño.
Científicos estadounidenses vaticinan que en 2100 la temperatura media de nuestro planeta habrá aumentado 3,2 °C. Según sus estimaciones, tan solo hay un 5% de posibilidades de que, como establece el Acuerdo de París, la temperatura de la Tierra no se eleve más de 2 °C a finales de siglo. La rapidez con la que se reduzcan las emisiones de carbono en las distintas actividades económicas será crucial para determinar el calor del futuro.
Uno de los objetivos del Acuerdo de París aprobado en diciembre de 2015 para luchar contra el cambio climático es que el aumento de la temperatura del planeta en 2100 no supere los 2 ºC, y si es posible los 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales. Un nuevo estudio ha planteado cuatro escenarios futuros de reducción de emisiones de CO2 y aumento de renovables, y ni siquiera en el mejor de los casos se lograría "enfriar" el planeta.
Los ecosistemas terrestres absorben una cuarta parte del dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, que emiten los humanos a la atmósfera. Ahora un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidad de Valencia, ha comprobado que el factor dominante en la regulación de los sumideros de carbono a escala local es la disponibilidad de agua en el suelo, aunque a escala global estén influenciados por la temperatura.
El incremento de las temperaturas y la mayor duración de las sequías harán más vulnerables los bosques ibéricos, según se desprende de una investigación publicada en la revista Global Change Biology y llevada a cabo por un equipo internacional de investigadores liderados por la Universidad Pablo de Olavide, el Instituto Pirenaico de Ecología y la Universidad de Barcelona.
Más de 500 millones de personas no tienen acceso a la electricidad en el continente africano, que hoy celebra su día en la Cumbre del Clima de Marrakech. África, la tierra más castigada por el calentamiento, muestra su liderazgo en la lucha climática y quiere iluminar su camino gracias a un desarrollo sostenible.
A falta de un mes y medio para finalizar, 2016 se convertirá en el año más caluroso de la historia, superando a 2015. Los datos preliminares de la Organización Meteorológica Mundial muestran que las temperaturas globales de enero a septiembre han estado 1,2 ºC por encima de los niveles preindustriales y se han incrementado los eventos extremos asociados al cambio climático, como el huracán Matthew del mes de octubre.