Dos investigadores estadounidenses han creado una aplicación web que ilustra cómo será el clima de 540 áreas urbanas norteamericanas en 2080. Para que las previsiones se entiendan con claridad, la plataforma relaciona el futuro clima de cada zona con el que tiene actualmente otra ciudad. Por ejemplo, las condiciones de Washington D.C. serán como las que predominan ahora en Arkansas o Misisipi.
El calentamiento global está dejando cada vez más muestras evidentes en las regiones sensibles a la existencia de permafrost del planeta, según demuestra un estudio comparativo global realizado por la red internacional de permafrost GTN-P, en el que han colaborado expertos de 26 países.
Las poblaciones de salmón del norte de España podrían estar en peligro crítico por su reducida variedad genética y los efectos del calentamiento global. Un equipo de científicos propone crear áreas protegidas para esta especie, cuyas poblaciones podrían desaparecer en el sur de Europa.
Uno de cada tres ríos peninsulares está salinizado por el impacto de la actividad agrícola y la urbanización del territorio. Este grave problema medioambiental afectará cada vez a más ecosistemas hídricos en todo el mundo debido al calentamiento global, el consumo creciente de agua y la explotación de los recursos naturales del suelo.
El hielo de Groenlandia es más sensible al cambio climático de lo que se pensaba. Esta es la conclusión de un nuevo estudio cuyos datos revelan un incremento del 30% en la desaparición de la capa superficial desde comienzos del siglo XX, con consecuencias directas sobre el aumento del nivel del mar.
El informe del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático presentado hoy advierte de que la temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 1,2 ºC, es decir un 30% más que la media mundial (0,85 ºC). Además, la mitad de los glaciares de los Pirineos ha desaparecido en los últimos 35 años y el espesor de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% en los próximos 30 años.
Una de las soluciones propuestas por los científicos para la lucha contra el cambio climático es almacenar el dióxido de carbono en el subsuelo, pero existen controversias sobre la seguridad de este método. Un nuevo trabajo basado en simulaciones muestra que hay un 95% de probabilidades de que el gas inyectado se retenga en el subsuelo durante más de 10.000 años.
Las variaciones de los niveles de CO2 y otros gases de efecto invernadero se incluyen en los modelos climáticos a escala global de forma documentada y coordinada entre los científicos, pero no siempre se hace igual en las predicciones regionales. Así lo señalan investigadores de la Universidad de Murcia en un estudio donde se indica que este carencia puede afectar a los modelos de alta resolución espacial.