Beber alcohol en exceso en los ratos de ocio, como se hace en los botellones, afecta a las conexiones cerebrales de los adolescentes. Así lo revela un estudio pionero que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid. Estas alteraciones podrían provocar dificultades en la atención y velocidad del procesamiento, problemas de memoria y conductas impulsivas en los jóvenes.
Una pequeña aguja basta para introducir una nueva malla electrónica flexible en cavidades y tejidos de seres vivos. Este sistema, desarrollado por científicos chinos y estadounidenses, ha sido probado con éxito en ratones. Los electrodos de la red fueron capaces de trabajar con las neuronas y permitieron monitorizar la actividad del cerebro.
Científicos del Centro de Regulación Genómica en Barcelona han empezado a mapear los circuitos neurales que se encargan de convertir los estímulos olfativos en respuestas motoras en la larva de la mosca del vinagre. La investigación, que publica esta semana la revista Current Biology, es un primer paso en la búsqueda de las computaciones que hay detrás de la navegación sensorial en un cerebro en miniatura.
Un grupo internacional de investigadores, con participación de la Universidad Politécnica de Valencia, ha desarrollado una nueva plataforma on line gratuita que permite un análisis automático, rápido y detallado de imágenes de resonancia magnética del cerebro. En tres meses que lleva en funcionamiento, ha procesado más de 1.500 casos procedentes de más de 70 universidades, centros de investigación, clínicas y hospitales de los cinco continentes.
Un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid ofrece la primera descripción de la anatomía celular del sistema que regula el deseo, el placer y la adicción. Las observaciones, publicadas en la revista Frontiers in Neuroanatomy, lograron una resolución sin precedentes.
Científicos estadounidenses han desarrollado un nuevo sistema que hace posible que una persona parapléjica estreche la mano o beba una cerveza gracias a un brazo robótico. El método se basa en la instalación de varios electrodos en las neuronas del corte parietal posterior, la zona del cerebro que determina el propósito de la acción. Esto facilita que los movimientos sean más naturales y armoniosos.
Compositores que se adentran en aceleradores de partículas del CERN para grabar lo que el oído no oye, fotógrafas de celebrities fichadas por la NASA o teoremas que transmiten tanta belleza como el más delicado de los poemas. La ciencia ha encontrado en el arte un aliado para transmitir sus avances a la sociedad.
Los investigadores demostraron como intervienen las redes neuronales en el reconocimiento facial. / Instituto Nacional de Ciencias Fisiológicas de Japón
Neurocientíficos de EE UU han descubierto que la oxitocina actúa sobre las células cerebrales individuales para provocar comportamientos sociales específicos. En experimentos separados, los investigadores indujeron la liberación de esta hormona en el cerebro de ratones hembra adultas sin hijos y comprobaron que comenzaban a escuchar hasta el más leve sonido de llamada de crías de otras madres y a atender sus necesidades. El hallazgo podría tener aplicación en el tratamiento de trastornos de comportamiento provocados por enfermedades o daño cerebral.