Tras la devastadora DANA que ha sufrido Valencia y el sur de España, cabe plantearse la adecuación de construir edificios y equipamientos en zonas potencialmente inundables, así como la gestión del territorio para minimizar riesgos en las zonas ya construidas. Salvador García-Ayllón, experto en urbanismo, medio ambiente y planificación de infraestructuras, explica algunas de las claves y soluciones existentes y por desarrollar.
Hace medio millón de años, los humanos ya construían estructuras con este material. Restos hallados por investigadores británicos en el río Kalambo, en Zambia, que datan de hace 476.000 años, suponen el uso más temprano de la carpintería en África reconocido hasta ahora, lo que amplía la comprensión de las habilidades técnicas de los primeros homínidos.
Tras analizar los materiales con los que se construyó del siglo IV al IX el sitio arqueológico Maya de Copán (Honduras), una investigación de la Universidad de Granada ha desvelado la composición de los morteros y estucos de cal utilizados. Su durabilidad extraordinaria ha permitido que lleguen hasta nuestros días en un excelente estado de conservación.
La respuesta a la pregunta de si se aprendió algo de los grandes terremotos de 1999 y 2011 en Turquía es clara: se aprendió, y mucho. Los ingenieros y arquitectos turcos disponen del conocimiento para diseñar y construir edificios resistentes a terremotos. Los han sufrido históricamente. Saben qué se puede hacer, y qué no, para una edificación segura. Desafortunadamente, este conocimiento no se ha llevado a la práctica.
La destrucción que deja a su paso la colada de lava en La Palma ha relegado a un segundo plano los daños que los numerosos seísmos, aunque de baja intensidad, pueden estar ocasionando en las edificaciones no afectadas directamente por la erupción. Dos expertos consultados por SINC señalan que nuestro país tiene una normativa sísmica de construcción anticuada, que no protege a las viviendas frente a estos fenómenos.
El escarabajo diabólico acorazado, Phloeodes diabolicus, puede resistir más golpes, aplastamientos y perforaciones que el exoesqueleto de cualquier otra especie de coleóptero. Un grupo de científicos ha estudiado su armadura con el objetivo de mejorar el diseño de estructuras de ingeniería.
Investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado nuevos productos de yeso que incorporan desechos de plásticos de cables. Además de contribuir a la economía circular con la reutilización de estos residuos, las propiedades de estos compuestos mejoran la situación de los edificios frente a la acción externa del agua.
Cuando finalizan su vida útil las espumas de poliuretano, como las que llevan las neveras y los automóviles, se podrían reutilizar potencialmente en matrices de yeso, según las pruebas que han realizado investigadores de la Universidad de Burgos. De esta forma se transformaría un residuo perjudicial para el medio ambiente en un material de construcción.
Investigadores del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y las universidades de Granada y Jaén han comprobado que la cal fabricada con métodos que ya usaban los romanos es más estable, duradera y ecológica que la elaborada con los sistemas de fabricación actuales. La cal tradicional también resulta mejor que la industrial cuando se aplica en la conservación del patrimonio cultural.
En los bosques de Brasil, las termitas han creado la mayor estructura construida por una sola especie de insecto jamás encontrada hasta la fecha. La extensión de montículos ocupa un área del tamaño de Gran Bretaña y su profundidad equivale a 4.000 pirámides de Giza.