Investigadores de la Universidad de Sevilla han analizado la huella ecológica que genera el proceso de transformación de suelo rústico en urbano, teniendo en cuenta las diferentes fuentes de impacto: energía, suministro de agua, consumo de alimentos, movilidad, materiales de construcción, residuos y superficie ocupada directamente.
Grandes constructoras españolas han comenzado a usar un software de simulación, desarrollado por dos investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, que analiza por primera vez el ciclo de vida completo de una edificación, desde su creación al proceso de deconstrucción. La herramienta, que puede utilizarse en la nube, incluye aspectos como el consumo energético, los materiales y las repercusiones sociales. También permite simular escenarios para conocer los efectos del calentamiento global sobre las construcciones.
Un proyecto denominado Cleanleach, de depuración de aguas de riego de viveros, ha conseguido reducir el impacto ambiental de este sector reutilizando restos provenientes de la industria cervecera y de la construcción para generar plantas de forma más sostenible.
Un proyecto europeo, coordinado por el centro tecnológico IK4-TEKNIKER, busca reducir costes y mejorar la eficiencia energética en automoción y construcción. Los científicos han desarrollado pigmentos de alto rendimiento con propiedades anticorrosivas, antibacterianas y de regulación térmica, tras combinar técnicas de absorción de materiales y nanorecubrimientos. La innovación tendrá aplicaciones en automoción y construcción.
Un estudio de la Universidad CEU San Pablo ha revelado que el yeso laminado no se comporta de manera estable en cualquier situación, tal y como se propone en el Código Técnico de la Edificación. Sus valores varían en función de la temperatura de los gases generados durante un incendio, llegando a alcanzar valores residuales una vez que se produce la fractura del material. Los investigadores proponen la adopción de valores variables para la conductividad térmica de este material.
Las cualidades de las cenizas producidas en la combustión de biomasas las convierten en una alternativa sostenible al cemento como material de construcción. Así lo refleja un estudio de investigadores de la Universidad de Jaén sobre este residuo de las plantas de generación eléctrica.
Investigadores de la Universidad de Alicante prevén un aumento del 18% en la demanda de viviendas si se incrementa un 10% el precio del combustible. Sin embargo, según sus análisis, en ese caso la solicitud de las de tipo unifamiliar se vería mermada.
Investigadores de la UNED han medido la dispersión urbana de la Comunidad de Madrid entre 1990 y 2006 utilizando una nueva metodología basada en la aplicación de las nuevas tecnologías de la información en el ámbito geográfico. El momento álgido de este fenómeno tuvo lugar en la década de los noventa y comenzó a decrecer a partir del año 2000, tal y como se publica en la revista GeoFocus.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han ideado una nueva forma de fabricar hormigón mediante la adición de poliestireno expandido a un tipo de mortero volcánico. El resultado es un material más ligero y resistente a los cambios de temperatura respecto a los actuales, además de aislar mejor de los ruidos.
El conjunto escultórico concebido por Juan de Ávalos para el Valle de los Caídos no es macizo. Las esculturas están recubiertas por placas de calizas negras de Calatorao unidas por morteros con materiales incompatibles, "totalmente inadecuados para su preservación" según revela un estudio liderado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).